ECONOMíA

Trabajadores temen perder empleo en plantas automotrices de México

 

Ante las amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, contra las automotrices que inviertan en México, los trabajadores temen que la producción disminuya y con ello, los empleos.

Chrysler llegó a Saltillo, Coahuila, en 1981, se ubica en el ejido El Derramadero, al sur de la capital del estado y tiene una extensión de más de 37 hectáreas; genera tres mil 200 empleos directos y más de 20 mil indirectos.

Alejandro Flores, trabajador de Chrysler en saltillo, considera que es una empresa importante y que si la producción disminuye “va a haber mucho desempleo”.

Jaime Guerra Pérez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) sureste, asegura que “las grandes corporaciones están pensando si deciden invertir en México o no, por lo que ha dicho el presidente de los Estados Unidos”.

Una situación similar se vive en la planta ensambladora que la automotriz japonesa Toyota construye desde noviembre pasado en un terreno de más de 80 hectáreas, en el municipio de Apaseo El Alto, en los límites con Querétaro.

La inversión de mil millones de dólares permitiría ofrecer más de dos mil empleos directos. Si se cumple la amenaza de Trump de bloquear la construcción de la planta, podría afectar la economía de miles de familias.

Pero si continúa el proyecto, la planta podría abrir sus puertas en el 2019, sumándose a las tres armadoras japonesas que se han instalado en Guanajuato.

Alfredo Arzola, director Clúster Automotriz de Guanajuato, señala que “el boom se empieza a dar con la llegada de ensambladoras adicionales a las que ya teníamos como GM, posteriormente las japonesas concretamente Mazda y Honda, próximamente Toyota. Este es el boom que estamos viendo tan solo un lapso de cinco años”.

 

Con información de Juan Andrés Martínez.

 

RMT