CRIMEN Y SEGURIDAD

Reanudan trabajos para búsqueda de fosas en Topo Chico

Este lunes se reanudaron los trabajos para la búsqueda de fosas con equipo tecnológico, luego de la suspensión durante el fin de semana por labores de fumigación

Este fin de semana, las autoridades estatales suspendieron los operativos de búsqueda para detectar posibles fosas clandestinas en el predio del que era el penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León.

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Se informó que este lunes se reanudarán con el equipo tecnológico que utilizaron en los últimos días.

La suspensión temporal fue para que la Secretaría de Salud y de Protección Civil realizara labores de fumigación en el sitio.

Y es que en las instalaciones hay plagas como ratas y cucarachas, por lo que se busca evitar la proliferación de enfermedades.

Apenas la semana pasada se iniciaron las labores de localización de posibles fosas, luego de la recomendación lanzada desde el Congreso local y el aval de las organizaciones civiles.

Un altar para ‘El Lazca’ en Topo Chico

El Día de Muertos de 2018, los nuevos asesores penitenciarios de Nuevo León apenas hacían labor de reconocimiento de las instalaciones, cuando encontraron en la cancha de basquetbol del Penal del Topo Chico un enorme altar con la foto de Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca” o “Z-3”, en el centro de veladoras e imágenes de santería.

Un video exclusivo en poder de Notimex y que fue grabado por uno de los custodios de manera oculta, de apenas 13 segundos, es la prueba de este enorme altar que conjugaba la santería de la religión de origen africano denominada Yoruba, con la Santa Muerte, y a través del sincretismo, algunos santos católicos.

El altar a “El Z-3”, muerto el 7 de octubre de 2012 en Progreso, Coahuila, abarcaba toda la cancha techada junto al Rondín Número 5 de la penitenciaría. Es una prueba de cómo el autogobierno de los internos del Topo Chico podía hacer lo que fuere en todas las instalaciones de ese centro penitenciario.

También es una prueba de que, aunque había varios grupos criminales de la delincuencia organizada, “Los Zetas” eran quienes controlaban la mayor parte del tiempo el autogobierno en el Topo Chico.

Incluso, el último líder de ese autogobierno era Jorge Elizondo “El Charal”, líder Zeta que tenía una celda acondicionada con jacuzzi, gimnasio, barbería y estaba rodeada por sus “soldados” en uno de los ambulatorios.

Afuera de la celda de “El Charal” había otra climatizada, donde se encontraban santos y ofrendas para “Elegua”, un santo de la religión Yoruba que es la imagen de un niño “que abre los caminos”, la cual ha sido conciliada a través del sincretismo religioso con la imagen del “Santo Niño de Atocha” del catolicismo.

Por ello, los altares son una mezcla de santería, donde “Elegua” y el “Santo Niño de Atocha” se mezclan y como son infantes, las ofrendas son pequeños autos de juguete, dulces y frutas.

La práctica del Yoruba, combinada con la Santa Muerte, y a través del sincretismo mezclada con el catolicismo, era muy común entre grupos de “Los Zetas” que controlaban el Topo Chico.

La religión Yoruba se refiere a una serie de creencias y tradiciones espirituales originadas entre el pueblo del mismo nombre, un grupo etnolingüístico, originario de África Occidental, principalmente Nigeria.

En formas sincréticas se ha expandido en México, en el Caribe, principalmente en Cuba, y conciliado con el Candomblé en Brasil.

Con información de Hugo Aranda y Notimex.

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