POLíTICA

Tijuana no se da abasto para albergar a migrantes

En Tijuana no cabe nadie más en el albergue habilitado en el Deportivo “Benito Juárez”.

El alcalde anunció que están por abrir un nuevo espacio, pero hasta ahora los migrantes viven hacinados y en condiciones insalubres. Aún se espera la llegada inminente de más migrantes.

Ya no sólo es el gimnasio techado del deportivo donde se quedan los migrantes, se han extendido a la cancha de basquetbol, al campo de béisbol y a las gradas. En una jardinera hay 10 o 15 personas, incluso, están en el área de juegos infantiles y hasta en los pasillos.

A la gente que viene sería justo que los mandaran para otro lado”, comentó una migrante hondureña.

Duermen unos sobre otros en colchonetas, piso o tierra. Los niños juegan entre la tierra y el polvo, junto a restos de comida en las cobijas.

La niña tuvo una infección urinaria por la suciedad en los baños, pero la atendieron los doctores”, dijo Jessie Canelas, migrante hondureña.

De acuerdo con los migrantes, los baños portátiles se limpian cada dos días, pero ante el temor de enfermedades, Osman se ofreció como voluntario para el aseo.

Están exagerados de sucios, que todos los baños los aseen a cada rato porque no sólo es una persona que está aquí”, agregó Osman Rivera, migrante hondureño.

Los migrantes lavan su ropa, manos y dientes entre los plásticos y pertenencias de unos y otros. Las enfermedades respiratorias siguen siendo constantes.

Estas condiciones han provocado conflictos.

Hay gente que es delicada y uno se le va a poner a un lado y es delicada pues, hay gente que se enoja”, señaló Mario Núñez, migrante hondureño.

“Hay gente que se levanta a media noche a fumar, hay niños que están durmiendo, es incómodo por todo”, comentó otra migrante.

Las autoridades locales no se presentaron en el albergue este miércoles y declinaron la oferta de entrevista, mientras, grupos de centroamericanos siguen llegando en busca de un espacio para descansar.

Veo a muchas personas, ya es difícil hallar espacio ahorita”, afirmó un migrante hondureño.

Con información de Sarahí Méndez

LHE