La primera ministra británica, Theresa May, nombró a Sajid Javid como nuevo titular de Interior tras la dimisión de Amber Rudd, luego de la polémica por las cuotas anuales para deportar migrantes indocumentados.
Rudd, defensora de una relación muy estrecha con la Unión Europea (UE), renunció la noche de este domingo después de varios días de controversia luego de que la prensa publicó que tenía conocimiento de la existencia de esas cuotas, aunque ella lo había negado la semana pasada ante una comisión del Parlamento británico.
Los medios habían revelado que Rudd se había marcado como objetivo incrementar la cantidad de expulsiones forzosas en más de un 10 por ciento durante los próximos años.
Javid, hijo de un conductor de autobuses de origen paquistaní, era hasta ahora ministro para el Gobierno local, puesto que ocupará ahora el diputado conservador, James Brokenshire, quien hasta enero pasado fue ministro para Irlanda del Norte.
Tras su nombramiento, Javid dijo que estudiará “cuidadosamente” la política de migración del Gobierno para asegurar que todos los migrantes sean tratados con respeto.
Mi primera prioridad es asegurar que el Ministerio de Interior haga todo lo que puede para mantener la seguridad de los británicos. Esta es una gran responsabilidad, algo que me tomo muy en serio”, señaló el ministro en una declaración a los medios.
El nuevo responsable de Interior, de 48 años de edad y que entró por primera vez en el Parlamento en 2010, apoyó la permanencia del Reino Unido en la UE en el referéndum del 23 de junio de 2016, en el que los británicos votaron a favor de la retirada del bloque europeo.
El año pasado Javid estuvo a cargo de la respuesta del Gobierno a la tragedia del incendio en la torre residencial Grenfell, en el oeste de Londres y en el que murieron 71 personas.
La controversia en torno a Rudd surgió el miércoles cuando aseguró, ante la comisión de Interior de la Cámara de los Comunes, que su ministerio no tenía cuotas marcadas para la deportación de inmigrantes en situación irregular.
La portavoz de Interior del Partido Laborista, Diane Abbott, pidió la dimisión de Rudd por “una cuestión de honor” por no haber sido clara ante la comisión parlamentaria.
Además de la polémica por las cuotas, la ministra fue centro de críticas por el escándalo de la denominada “generación
Windrush”, formada por miles de personas que llegaron al Reino Unido entre 1948 y 1973, procedentes de países caribeños, pero que estaban en situación irregular en el país a pesar de haber residido en el Reino Unido durante décadas.
Leyes más duras apoyadas por May cuando era ministra de Interior hacían que esas personas debieran probar, con documentos originales, todos los años que han vivido en el Reino Unido, un trámite burocrático que algunos de ellos no pudieron cumplir.
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Con información de EFE
LHE
