CLIMA Y FENóMENOS NATURALES

Sobreviviente del terremoto de 1985 narra su experiencia

Oscar Flores Lomelí, sobreviviente del terremoto del 19 de septiembre de 1985, narró este miércoles la experiencia vivida durante los cinco días que estuvo bajo los escombros.

Óscar y su esposa Rebeca estuvieron bajo los escombros del edificio Nuevo León, que se cayó en Tlatelolco. Fueron de las últimas personas rescatadas de entre los escombros del edificio. Un equipo estadounidense insertó una sonda de videograbación que permitió localizarlos.

En entrevista con “Matutino Express” Óscar explicó que el edificio Nuevo León, en Tlatelolco, ya tenía problemas y de hecho poco antes del terremoto le habían hecho una revisión pues requería reparaciones en la cimentación, pero a las autoridades les ganó el sismo.

Agregó que el módulo central del edificio, donde él vivía, se desmoronó y seis pisos quedaron enterrados en siete metros.

Dijo que durante los cinco días que estuvo bajo los escombros vivió diferentes emociones. Recordó que trató de proteger a su esposa y en ese momento una columna que se desprendió le cortó la oreja y le levantó el párpado, para posteriormente golpearle el brazo y destrozárselo.

Recordó que él y su esposa se encontraban en el primer piso del edificio de Nuevo León, donde vivía, y arriba había catorce pisos más.

Dijo que en esos momentos sabía que su esposa estaba bien y contó que ella sólo tuvo daños en una uña de un dedo del pie y una contusión en el abdomen.

Narró que el domingo 22 de septiembre fue encontrado bajo los escombros. Explicó que tras el terremoto sabía que otros vecinos estaban también atrapados pues escuchaba los gritos pidiendo ayuda, pero no alcanzaba a ver a nadie.

Óscar Flores Lomelí, sobreviviente del sismo de septiembre de 1985. (FOROtv)

Agregó que lo que lo mantuvo vivo fue su deseo de vivir y que intentó acceder a unas cavernas donde había agua, pero le fue imposible llegar, además de que su brazo empezaba a gangrenarse.

Recordó que cuando fue rescatado se encontraba en el último grado de deshidratación y con la reserva de sangre agotada, por lo que gracias a Dios está vivo.

Treinta y tres años después del terremoto Óscar Flores Lomelí dice estar agradecido. Contó que tras esa experiencia trabajó once años en el área de la construcción, en la sección de prevención de riesgos y dijo que en sus obras nunca se presentaron accidentes graves entre los trabajadores.

Explicó que a ellos les decía que después de un accidente hay que estar conscientes de lo que viene después, volver al mundo real y tocar puertas.

Agregó que cada 19 de septiembre piensa en lo afortunado que es y recuerda con dolor a las personas que no tuvieron la oportunidad que él tuvo. Agregó que cuando se cumplen años de su rescate se siente feliz y contento, y probablemente Dios intervino ahí.

Dijo a las personas que pudieran pasar por una situación similar que primero van a pasar por un periodo de incertidumbre, pero les sugirió tener calma y paciencia.

Contó que inicialmente tenía un pequeño espacio para moverse, pues se encontraba a 80 centímetros del techo, recostado entre techo y piso, y que pensaba que podría ir hacía los túneles donde se encontraban las instalaciones de gas para solicitar ayuda por lo que se arrastró un poco, pero no pudo encontrar la salida y regresó a donde estaba su esposa.

Pidió tomar en serio los simulacros pues son un entrenamiento para saber qué hacer en el momento de un terremoto.

Finalmente dijo que la construcción ha evolucionado mucho en prevención de riesgos y en los simulacros.

Con información de Matutino Express

AAE