A las 11 de la mañana en la Ciudad de México, el termómetro llegó a los 32 grados y las personas que trabajan en la vía pública comenzaron a resentir el aumento en la temperatura.
Policías y agentes de Tránsito trataban de disminuir el efecto del calor con agua y bebidas rehidratantes.
Bastante complicado, si nos afecta por el equipo que traemos, chaleco, arma, no nos permiten quitarnos ni la gorra siquiera, yo ya me terminé mi agua y es así como nos la vamos llevando en el turno”, dijo Manuel Antonio Fragoso, policía de la Ciudad de México.
A la una de la tarde, el termómetro marcó más de 33 grados al Sol y el trabajo en la calle comenzaba a ser más complicado para mensajeros, vendedores y acomodadores de autos.
Bien difícil porque te acaloras todo, sudas y sudas, tienes que traer agua porque si no, luego el sol te deshidrata, te mareas, hasta te llega a dar sueño en la moto”, comentó Luis Rodríguez, quien trabaja como mensajero.
“Con agua, de a ratitos cubriéndose en la sombra porque si está bastante fuerte el calor, se siente quemante, no es un sol que caliente, sino que lacera, lastima la piel, siente uno que se está tostando”, aseguró Simón, acomodador de autos.
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Los hombres que por su trabajo tienen que usar traje afirman que la sensación térmica es mayor.
“Pues complicado la verdad, pero cuando la chamba te lo requiere hay que cumplir, a la hora de la comida sufro, me quito la corbata, pero si es complicado la verdad, como lo más cerca que se pueda de mi trabajo, o si no, mejor pido comida para quedarme en el trabajo en el aire acondicionado”, dijo José Luis Adame, quien trabaja como empleado.
Estamos pasando la época en la que más calor se siente en la Ciudad de México, todavía no se superan los registros históricos que tenemos casi de 34 grados centígrados“, indicó Fausto Lugo, secretario de Protección Civil de la Ciudad de México.
A las tres de la tarde, el pavimento de la Ciudad de México quemaba, la gente se cubría del sol con gorras, sombrillas y cartones, y buscaban refrescarse con helados y agua.
Las fuentes públicas sirvieron a la gente para refrescarse mientras el termómetro alcanzaba su punto máximo.
Adentro de los microbuses y peseros, el termómetro alcanzó los 41 grados a las cuatro de la tarde.
Muy cansado, con el tráfico, el calor, uso una manga para que no me queme el Sol y con el calor que está haciendo, está bien fuerte”, señaló Ismael Martínez, chofer de transporte público.
Protección Civil recomienda evitar la exposición al Sol en las horas de mayor radiación y beber abundantes líquidos para evitar golpes de calor.
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Con información de Elizabeth Mávil
LHE
