Este jueves terminó el plazo para que los migrantes bajo el programa de Acción diferida DACA puedan renovar el permiso para estudiar y trabajar en Estados Unidos.
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Hace un mes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió terminar el programa DACA, que implementó el expresidente Barack Obama para dar seguridad a jóvenes que llegaron a ese país siendo niños, como Paola quien vive en el sur de Texas.
Paola, dreamer que vive en Texas, dijo que llegó a Estados Unidos a los 5 años y todo ese tiempo han luchado por sus derechos.
Quienes renovaron el permiso podrán trabajar y estudiar a lo largo de un año, mientras se resuelve su situación migratoria.
El Consulado General de México en El Paso, Texas, ayudó mediante un programa especial del Gobierno mexicano a pagar 495 dólares a migrantes mexicanos que no tenían la posibilidad de renovar su permiso.
Marcos Bucio, cónsul general de México en El Paso, comentó que apoyaron a cerca de 100 estudiantes; indicó que el 80 por ciento de los dreamers estudian y trabajan, ellos cubrieron el costo del permiso.
La preocupación de los jóvenes que no renovaron su permiso de acción diferida es que sean detenidos por oficiales de migración.
La dreamer Cinthia Beltrán dijo que le preocupa porque las autoridades cuentan con toda su información.
Iliana Holguín, abogada de Migración en Estados Unidos, señaló que sería inhumano pasar esa información para que el ICE busque a los dreamers.
En la Universidad de Texas en El Paso estudian al menos 200 dreamers y no todos lograron renovarlo.
Según estimaciones de autoridades consulares, en Estados Unidos, existen al menos 800 mil jóvenes bajo este programa de acción diferida y sólo en El Paso, Texas, hay unos 35 mil dreamers.
Con información de Francisco Javier Carmona
BLR
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