Hasta este martes se han contabilizado 183 viviendas dañadas, tras la explosión de un gasoducto en San Pablo Xochimehuacan, Puebla.
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“De estas 183, 55 presentan daños menores, no son nada de cuidado, 68 tienen daños moderados, pero pueden ser habitadas y hemos contabilizado hasta este momento 60 casas con daño estructural grave o en riesgo de colapso”, destacó Juan Daniel Gámez, Secretario de Infraestructura de Puebla.
También se informó que el número de heridos aumentó a 15, 8 de ellos graves.
En la zona del siniestro trabajan 2 mil 100 hombres, entre Guardia Nacional, Ejército, Protección Civil y Seguridad Pública.
“Lo que estamos haciendo el día de hoy es evaluando, disminuir este perímetro y que ya las familias que están en esta zona, principalmente donde las casas no sufrieron mayor daño, solamente en algún tipo de acabados, puedan regresar”, informó Ana Lucía Hill, secretaria de Gobernación.
Este día algunos habitantes denunciaron una supuesta toma clandestina de hidrocarburo, sin embargo, las autoridades señalaron que en esta zona ya se habían detectado otras tomas y hasta túneles, pero todas estaban clausuradas incluso la que fue denunciada.
“Se descarta, estaban señalando una vieja toma que fue clausurada hace ya algunos meses. Esta no está activa”, destacó Ana Lucía Hill, secretaria de Gobernación de Puebla.
Se informó que los trabajos de demolición y retiro de escombros podrían tardar hasta 2 semanas.
Durante la tercera explosión que ocurrió la madrugada del domingo, en San Pablo Xochimehuacan, Puebla, muchas familias continuaban abandonando sus casas para ponerse a salvo.
“Me habla mi hermana, precisamente Nieves me dice oye dicen qué hay fuga de gas, la gente está pasando por aquí, ¿no te vas a ir? le digo sí, gracias, entonces lo que hice fue ponerme los tenis, sí, salí caminando”, comentó Inés Romero, afectada.
Una de las zonas más afectada por las explosiones es el andador de la Colonia Benito Juárez, donde vivía el joven que murió, sus vecinos dicen que no tuvo tiempo de salir.
“Todavía encontramos al muchacho y le dijimos que corriera para y si dijo que, pues no iba a pasar nada, entonces pues ya nos echamos a correr todos, sí, estaba con vida, de hecho estaba allá sentado allá arriba, yo digo que como vio ya todo el peligro ya se vino para acá y acá es donde vino a fallecer”, refirió Eulalia Martínez, habitante de la zona afectada.
Al interior de la zona cero, punto en donde murió la única persona que hasta el momento se contabiliza como víctima mortal, hay flores y una veladora que está encendida en su memoria.
En esta colonia también vivían desde hace más de 30 años la señora Inés y doña Nieves, hoy ven con tristeza como sus casas quedaron destruidas.
“Tengo 33 años viviendo acá y pues todo el esfuerzo de mi esposo y de mis hijos está aquí en el trabajo de la casa”, dijo Inés Romero, afectada.
“Ahorita mi casa ya me dijeron que es pérdida total, mis hijos se fueron a Estados Unidos y pues de allá estuvieron mandando poco a poco para construirlas y ahorita pues ya nos quedamos sin nada”, señaló Nieves Osvalda Romero, afectada.
Con información de Antonio Morán
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