El saldo de muertos de las devastadoras inundaciones en el oeste de Alemania y en Bélgica ascendía al menos a 170 el sábado, 17 de julio de 2021, después de que la crecida de los ríos y las riadas de esta semana derrumbó casas, averió caminos y derribó líneas de electricidad.
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Unas 143 personas murieron en la peor catástrofe natural de Alemania en más de medio siglo. Entre ellas, unas 98 en el distrito de Ahrweiler, al sur de Colonia, según la policía.
Cientos de personas siguen desaparecidas o imposibles de contactar. Varias áreas quedaron inaccesibles debido a los altos niveles del agua, mientras que las comunicaciones en algunas partes seguían caídas.
Vecinos y dueños de tiendas se esforzaban por recuperarse en las ciudades afectadas.
“Todo quedó completamente destruido. No es posible reconocer el paisaje”, dijo Michael Lang, propietario de una tienda de vinos en la ciudad de Bad Neuenahr-Ahrweiler en Ahrweiler.
El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier visitó Erftstadt en el estado de Renania del Norte-Westfalia, donde el desastre dejó 45 muertos.
“Estamos de luto con aquellos que han perdido amigos, conocidos y familiares”, dijo. “Su destino nos desgarra el corazón”.
Unos 700 residentes fueron evacuados a última hora del viernes tras la rotura de una presa en la localidad de Wassenberg, cerca de Colonia, según las autoridades.
El alcalde de Wassenberg, Marcel Maurer, dijo que los niveles del agua se estabilizaron desde la noche. “Es demasiado pronto para dar el visto bueno, pero somos cautelosamente optimistas”.
Sin embargo, la presa de Steinbachtal, en el oeste de Alemania, seguía en riesgo de romperse, según las autoridades, después de que unas 4 mil 500 personas fueron evacuadas de sus casas aguas abajo.
Steinmeier dijo que pasarán semanas antes de que se puedan evaluar todos los daños, que se espera que requieran varios miles de millones de euros en fondos de reconstrucción.
Armin Laschet, primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia y candidato del partido gobernante CDU en las elecciones generales de septiembre, dijo que hablaría con el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, en los próximos días sobre la ayuda financiera.
La canciller alemana, Angela Merkel, tenía previsto viajar a Renania Palatinado, el estado donde se encuentra la devastada ciudad de Schuld.
En Bélgica, el número de muertos aumentó a 27, según el centro nacional de crisis, que coordina las labores de rescate.
Agregó que 103 personas seguían “desaparecidas o imposibles de contactar”. Algunos podrían no estar recargando sus teléfonos celulares o se encontrarían en hospitales sin documentos de identidad, dijo el centro.
Con información de Reuters
RVC
