El gasto del consumidor en Estados Unidos subió menos de lo previsto en enero debido a que la mayor aceleración de la inflación mensual en cuatro años redujo el poder adquisitivo de los hogares, lo que apunta a un crecimiento económico moderado en el primer trimestre.
El Departamento de Comercio dio a conocer que el gasto del consumidor, que responde por más de dos tercios de la actividad económica en Estados Unidos, subió 0.2% tras un incremento no revisado de 0.5% en diciembre.
Economistas proyectaban que el gasto del consumidor subiría 0.3% en enero. Se prevé que el indicador seguirá respaldado ante promesas del Gobierno del presidente Donald Trump de amplios recortes tributarios y un mayor desembolso en infraestructura.
La confianza del consumidor se ha mantenido al alza tras la victoria electoral de Trump en noviembre y en febrero tocó un máximo en 15 años y medio.
En enero, el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, por su sigla en inglés) subió 0.4%, el mayor avance desde febrero de 2013, tras elevarse 0.2% en diciembre.
En los 12 meses hasta enero, el índice de precios PCE subió 1.9 por ciento. Fue el mayor avance interanual desde octubre de 2012 y tuvo lugar tras un incremento de 1.6% en diciembre.
Excluyendo alimentos y energía, el llamado índice de precios PCE subyacente subió 0.3% en enero. Fue el mayor avance desde enero de 2012 y siguió a un incremento de 0.1% en diciembre.
El índice de precios PCE subyacente avanzó 1.7% interanual tras un incremento similar en diciembre. El PCE subyacente es la medición de inflación preferida por la Reserva Federal y se ubica por debajo de su meta de 2 por ciento.
Ajustado por inflación, el gasto del consumidor cayó 0.3% en enero, la primera baja desde agosto, tras subir 0.3% en diciembre.
Los ingresos personales subieron 0.4% en enero tras elevarse 0.3% en diciembre. Los ingresos a disposición de los hogares tras considerar inflación e impuestos cayeron 0.2 por ciento.
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