Por el Planeta recorre Sonora, en busca de la piel del desierto y del borrego cimarrón, especie que estuvo a punto de desaparecer. El noroeste de México, tierra árida y forjada por el fuego, de volcanes que descubren las edades de otros tiempos, con cráteres tan grandes que pueden verse desde la Luna. Que según los Tohono Oódham, los antiguos pobladores de este desierto implacable, aquí estaba el ombligo del mundo.
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En la penumbra, el coyote sale de su guarida, cobijado solo por las estrellas. Porque solo aquí, en las noches frías del desierto, es posible ver el cielo más estrellado que jamás hayan visto nuestros ojos.
Al alba en el filo de la montaña, de riscos formados piedra sobre piedra, el borrego cimarrón se asoma mientras un águila pescadora, perchada en el sahuaro, acecha con la mirada. Abajo, en esa soledad que hierve, la víbora de cascabel se escurre entre la lava petrificada.
Sonora, piel del desierto y hábitat del borrego cimarrón y el coyote (Noticieros Televisa)
Estero de Santa Rosa, Sonora
Dicen los hombres y mujeres de la arena:
“No había,
en el principio no había tierra….
solo océano y cielo…
debajo de las ondas se movían toda clase de animales que,
consternados por la falta de suelo,
decidieron crear con arena del fondo marino un sitio…
donde los hombres pudieran caminar…”
Así comienza para el pueblo Comcáac, su tiempo en el mundo.
El equipo de Por el Planeta recorre la geografía de Sonora, en busca de la piel del desierto.
En las cimas más altas de la sierra existe un mundo prácticamente inaccesible para el ser humano. Es donde habita el borrego cimarrón, una de las especies icónicas del desierto sonorense”, señala Alberto Tinoco.
Armando Aparicio Navarro, colaborador de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) del Patronato de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora (Patrocipes), explica:
Van a un proyecto de reintroducción, van a una sierra donde hubo en el pasado y ahora regresa la especie. Todo está listo para regresarle a la naturaleza un poco de lo mucho que le hemos quitado”.
Claudia Pavlovich, gobernadora de Sonora, considera muy importante cuidar al borrego cimarrón, porque es endémico de Sonora.
Pero, además, en el año 76 estaba a punto de desaparecer. Estamos hablando de liberar aquí 40 borregos cimarrones, porque aquí es su hábitat. Desgraciadamente por mucho tiempo no estuvieron”.
Con información de Alberto Tinoco
MLV
