Los sobrevivientes de la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, también necesitan ayuda psicológica por el duelo o por el horror que presenciaron. Muchos reciben apoyo de especialistas.
José María es un adolescente que sobrevivió a la explosión en Tlahuelilpan. Chema, como le dicen sus amigos, aún recuerda el momento en el que las llamas alcanzaron el campo de alfalfa.
Vi tanto muertos, ya todos bien quemados, unos calcinados, muchos quemados, a unos se los llevaban para ambulancia inconscientes y hartos niños igual quemados, señoras con sus hijos quemados, hasta una señora con su bebé quemado, me asustó porque igual a mí me hubiera tocado”, relató.
El joven dice que acompañaba a su abuelo a sacar combustible cuando sobrevino el estallido.
Yo me adelanté por garrafones y ya iba para allá, fue la hora que explotó, ya venía él porque estaba quemado y me lo llevé para la ambulancia y ahí me la pasé hasta que se lo llevaron y ya se lo llevaron en la ambulancia”, continúo José María.
El abuelo de Chema falleció al día siguiente en un hospital de Hidalgo.
Siempre estábamos juntos, donde iba él, yo iba con él, era igual un papá para mí”, recordó José María.
La ayuda psicológica que se da a los sobrevivientes es a domicilio.
Es un apoyo fundamental para estos momentos, que se empezó a brindar desde el día de la tragedia, llevamos un total aproximado de 500 intervenciones psicológicas y tanatológicas”, explicó Patricia González, directora general del DIF de Hidalgo.
Los psicólogos acuden a ofrecer apoyo, dialogan tanto con los sobrevivientes como con las familias de las víctimas. Además del DIF, 40 elementos de la división de Gendarmería de la Policía Federal realizan acompañamiento emocional a los familiares y sobrevivientes de la explosión.
Todos los compañeros psicólogos y tanatólogos necesitan trabajar cuatro o seis horas consecutivas y descansar sobretodo porque ellos reciben absolutamente toda esa información”, aclaró la directora general del DIF de Hidalgo.
Con información de Bertha Alfaro
LHE
