La explosión en un taller de pirotecnia en Santiago Tenango, Puebla, dejó siete muertos y 11 heridos. Una vez más, una tragedia por la práctica de la pirotecnia clandestina, sin medidas de seguridad ni reglas, esta vez le costó la vida a toda una familia.
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“Fueron dos explosiones de 7:30 a 20 para las 8, fue cuando fue toda la explosión, la verdad si nos espantamos porque pensamos que se iba a acabar todo el barrio”, recordó un habitante.
Dos explosiones cimbraron la noche del lunes el barrio de San Juan, en la localidad de Santiago Tenango, en el municipio poblano de General Felipe Ángeles. El estallido se registró en un inmueble, ubicado en la calle central, donde se elaboraban y vendían cohetones para las fiestas patronales.
“Encontramos a la mamá de una muchachita, la sacamos de aquí adentro de la ventana, la llevamos para abajo y ya después se incendió la casa”, señaló Gerónimo Ibáñez, habitante de Santiago Tenango.
“Los cohetes seguían saliendo así, tronó y luego volvió a tronar, pero los cohetes salían así para allá y para acá”, señaló un habitante de Santiago Tenango, Puebla.
“Pasando una barranca de aquí para allá se llama Guadalupe Analco si se sintió, vibró hasta allá, si estaba todo incendiado de hecho pues cuando escuchamos la explosión pues bajamos de volada a ver qué había pasado, cómo se iluminó el cielo”, dijo Daniel Cisneros, habitante de Santiango Tenango.
Cinco de las siete víctimas mortales pertenecen a la familia Nieto Reyes; su taller de pirotecnia tenía más de 30 años en la comunidad. Don Juan es compadre del propietario del taller, Tomás Nieto, quien falleció junto a su esposa e hijos. Para salvar su vida, dice, se resguardó debajo de su cama.
“Cuando fue la otra explosión ora si que se me fue la mente, ya cuando quise reaccionar ya vi todo destruido y pues vinieron a traerme para sacarme aquí de la casa y pues ni hablar nos tocó la de malas. Éramos familiares todos y éramos como hermanos también”, narró Juan Ibáñez Flores.
“Los muchachos, los difuntitos eran nuestros compañeros de trabajo. Duele porque nos llevábamos bien”, indicó Víctor Manuel, habitante de Santiago Tenango.
El último cuerpo fue recuperado la mañana de este martes entre los escombros; 11 personas más resultaron lesionadas.
“Tenemos dos pacientes hospitalizados, hay uno en el hospital del niño poblano, una jovencita de 13 años, la reportan grave, con quemaduras de segundo grado, y hay otra jovencita de 16 años, ella está en un hospital privado en Tecamachalco y se atendieron a nueve pacientes”, expuso José Antonio Martínez, secretario de Salud de Puebla.
En la zona de la explosión todo quedó destruido.
“Yo vivo aquí abajo en la quinta casa, todos los vidrios están rotos de las ventanas, las ventanas las despego, el impacto las despegó de los muros”, señaló Gerónimo Ibáñez, habitante de Santiago Tenango, Puebla.
“Prácticamente el mismo impacto la aventó sobre la barda de una propiedad de ahí”, señaló Armando Cisneros, habitante de Santiago Tenango, Puebla.
Las autoridades confirmaron que el taller de pirotecnia operaba de forma clandestina.
“Estamos hablando de lugares que no tenían autorización, funcionaban en la clandestinidad, esa pirotecnia está producida en talleres clandestinos que cuando salen ya elaborados se ponen a la venta en las calles, en mercados de los municipios, entonces tenemos nosotros que tener control de eso”, dijo Miguel Barbosa, gobernador de Puebla.
Con información de Antonio Morán y Genaro Cepeda.
LLH
