CRIMEN Y SEGURIDAD

Sobrecargos de accidente aéreo en Durango llegan al AICM

Con aplausos y felicitaciones fueron recibidas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) las sobrecargos del vuelo 2431 que se accidentó en Durango.

Brenda Zavala y Samantha Hernández ayudaron a que los 97 pasajeros y sus otros dos compañeros de tripulación lograran evacuar satisfactoriamente el avión que ardió en llamas tras el accidente.

Además, los médicos que atienden al piloto Carlos Galván, quien resultó con graves heridas al desplomarse en Durango, un avión de Aeroméxico, la semana pasada, informaron que comenzó a recuperar sensibilidad en sus extremidades.

En las próximas horas podría ser traído a la Ciudad de México para continuar con su recuperación.

En el lugar del accidente, Carlos Galván fue localizado debajo de la punta del avión.

Presentaba una lesión lumbar, daños en la columna vertebral y presentaba diversas fracturas por lo que fue intervenido quirúrgicamente. De acuerdo con los médicos sus lesiones tardarán en sanar entre seis y 12 meses.

Sobre los otros lesionados en este accidente. El viernes fueron dados de alta los dos últimos pacientes, de 13 que fueron atendidos en el hospital general de zona número 1 del IMSS en Durango.

Estas dos personas sufrieron lesiones vertebrales por lo que requirieron más tiempo en observación y estudios clínicos, pero ya están mejor.

IMPACTO PSICOLÓGICO TRAS UN ACCIDENTE AÉREO

Cuál es el impacto psicológico que puede sufrir una persona tras un accidente aéreo como el ocurrido en Durango.

Después de vivir la experiencia de un accidente de aviación, las personas que se encontraban dentro de la aeronave son propensas a sufrir el llamado estrés postraumático que afecta la calidad de vida de quienes lo padecen.

Además, quienes forman parte del 25% de la población que tiene miedo de volar, el problema puede agudizarse.

Van a estar sensibilizados a posibles viajes posteriores señales de alarma y preocupación es lo que pueden tener.

Esto puede afectar incluso a las personas con temor a volar, incluso a aquellas que no se encontraban dentro de la aeronave y es que la cercanía del accidente para quienes viven en México es un factor relevante.

Las personas en mayor riesgo de desarrollar consecuencias a raíz del accidente aéreo son los niños, ya que su sistema nervioso no está del todo desarrollado. De hecho, entre 40 y 45% de los niños sufre algún grado de ansiedad que puede agravarse ante eventos de esta índole.

Para evitar consecuencias psicológicas a largo plazo, se recomienda contar con terapia grupal para quienes estuvieron dentro del avión accidentado.

Con información de FOROtv

HVI