El sismo ocurrido este jueves en México, con magnitud de 8.2 grados Richter y epicentro en Chiapas, fue 200% mayor que el registrado en 1985, afirmó Raúl Valenzuela, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM.
En entrevista para ‘Estrictamente Personal’ con Raymundo Riva Palacio, Valenzuela explicó que la diferencia entre 8.1 y 8.2 grados Richter es dos veces mayor, es decir, el sismo de anoche se sintió menos fuerte en la CDMX porque su epicentro fue en el estado de Chiapas, pero su intensidad “fue 200% el sismo del 85”, dijo.
La sacudida en la Ciudad de México por el movimiento telúrico se vio reducida debido a la distancia cuyo epicentro fue en Chiapas.
“Al sismo de anoche le llamaríamos sismo de Chiapas, por el epicentro donde se originó, éste se encontraba más lejos, a una distancia aproximada de 700 kilómetros, mientras que el de 1985 ocurrió frente a las costas de Michoacán y estuvo a una distancia de 350 kilómetros. Conforme las ondas van recorriendo más distancias, se va perdiendo parte de su energía y la fuerza de la sacudida se ve reducida”, enfatizó.
Protección Civil de Oaxaca evalúa daños tras sismo (Twitter @CEPCO_GobOax)
Cuestionado sobre la posibilidad de predecir sismos, el investigador de la UNAM señaló que cuando se registra un sismo se hace una medición de cuántos años tienen que pasar para que se vuelva a producir uno de la misma magnitud y en el mismo sitio.
“A partir de eso definimos el intervalo de recurrencia y ese sismo se repite por ejemplo cada 70 años, y en otras partes cada 150, esos son los tipos de pronósticos o mediciones que se intentan hacer, no son tiempos que se repiten de manera exacta, puede haber variaciones. Aunque sí hay una idea aproximada, no conocemos estos tiempos con la suficiente exactitud para poder hacer una predicción”, señaló Valenzuela.
Por último, el investigador reiteró que no hay ninguna relación entre la falsa alarma del miércoles y el sismo ocurrido anoche.
“En el caso de México la mayor parte de nuestro territorio está en una placa llamada América del Norte y en las costas del Pacífico hay otras dos placas debajo del mar que les llamamos Cocos y Rivera, y se están metiendo por debajo de la de América del Norte y estamos viendo y analizando esta interacción”, concluyó.
KAH
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