SALUD

Sepultureros de Tijuana, rebasados por entierros de muertos por COVID-19

Los sepultureros recomiendan que por cada fallecido, acompañen solo 10 familiares.

En Tijuana, una de las ciudades con mayor número de contagios de COVID-19, los entierros se han multiplicado en las últimas semanas. Los sepultureros están cansados y desbordados.

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Omar lidera el grupo de seis sepultureros del Panteón Municipal Número 13, al este de Tijuana, a 40 kilómetros del centro de la ciudad. hace semanas, el trabajo se duplicó. a la pandemia de violencia en la ciudad, se sumó la de COVID-19. Las carrozas fúnebres arriban durante siete horas continuas, bajo el potente Sol y entre viento y polvo.

“Llega la familia y ya les digo que la sepultura va a ser ahí en esa parte, que la sepultura. Es lo más austero que existe y que ahorita por la circunstancia de COVID-19 todas las sepulturas son rápidas”, apuntó Omar Martínez, sepulturero del panteón municipal.

“Vimos el incremento y las fosas que teníamos disponibles. Son cuidados diferentes que tenemos que tener”, apuntó Juan Bautista, dirección de Servicios Públicos Municipales.

La autoridad abrió una zona exclusiva para víctimas de coronavirus. Dos excavadoras alistan los hoyos. las carrozas acercan los ataúdes, sellados con plástico. los sepultureros los rocían de sanitizador. El entierro es acelerado: nadie vuelve a ver a su familiar.

“Se baja el cuerpo, se cubre y ya que se tape ya se puede acercar la familia a poner sus flores, mientras se les pide una distancia para que los compañeros trabajen y se sientan protegidos”, indicó Omar Martínez, sepulturero del panteón municipal.

“Es feo porque no puedes despedirte de tu familiar, no lo puedes ver, pues es muy doloroso”, dijo Marisol Lomelí, familiar de víctima de coronavirus.

Los sepultureros recomiendan que por cada fallecido, acompañen 10 familiares. Pocos respetan. Al equipo se le otorgó mascarillas, guantes y trajes, pero no se acostumbran. su movilidad se redujo. Dicen que se deshidratan más rápido.

“Cuando los días están muy soleados, es más desgaste porque el cuerpo suda mucho, debido al tipo de material que tiene, que esté hecho el traje”, comentó Domingo Contreras, sepulturero.

“Es el terreno, porque está difícil de trabajar por la piedra, o allá abajo está flojo. Se te agota el agua, pues, porque estás constantemente tome y tome agua, te acaloras, te sofocas”, señaló José Zavala, sepulturero.

Al concluir una inhumación, entre ellos se rocían de cloro. En este trabajo, dicen, es complicado no romper los trajes. Al final, depositan todo el material en bolsas. Hambrientos, vuelven a casa, donde toman un baño y lavan su ropa, preocupados de no contagiar a sus familias, pero tranquilos de haber cumplido con su trabajo.

“Es como agotador, mentalmente, de mirar. Toda la cantidad de personas que fallecen. Mucha gente ha de pensar que, pues es mentira, aquí ya miras la realidad, las cosas como son”, comentó Alexander Vera, sepulturero del panteón municipal.

“Los días siguientes pues andas adolorido 00:50:30 alguien lo tiene que hacer y pues yo tengo que estar aquí”, dijo José Alfredo Zavala, sepulturero.

Con información de Guillermo Rivera y Fernando Guillen.

LLH