Senado francés aprueba polémica ley antiterrorista

El Senado francés aprobó este miércoles por una amplia mayoría una ley propuesta por el Gobierno para ayudar a lidiar con la amenaza terrorista.

La ley, que traslada al derecho corriente algunas de las medidas vigentes con el estado de excepción desde 2015, fue aprobada con 244 votos a favor, 22 en contra y 73 abstenciones.

Los senadores votaron el texto definitivo de la ley después de que la Asamblea Nacional aprobara una corrección del Senado que establece que la mayoría de los nuevos poderes expirarán en 2020.

La ley ya fue aprobada por la Asamblea Nacional y será enviada ahora al presidente, Emmanuel Macron, para que la firme.

Macron rechazó pedidos para convocar al Consejo Constitucional francés y que emita un fallo antes de firmar la ley, que ha sido criticado por defensores de los derechos humanos en Francia y expertos de la Organización de las Naciones (ONU).

“De mi parte, no tomaré la decisión de remitir esta ley al Consejo Constitucional”, dijo Macron, que resaltó “la calidad del trabajo” del Parlamento en la elaboración del texto de la ley y agregó que exigirá una implementación “efectiva” de la norma.

Francia ha estado bajo un estado de emergencia desde que fue blanco de ataques terroristas reivindicados por Estado Islámico (EI) en noviembre de 2015, cuando en ataques simultáneos murieron 130 personas.

La nueva ley permite a las autoridades restringir los movimientos de personas sospechadas de vínculos terroristas y registrar sus propiedades. También las autoriza a clausurar lugares de culto donde son divulgadas ideas extremistas, según precisa la norma.

“Todas estas medidas que restringen libertades… serán medidas que durarán sólo tres años y no pueden ser renovadas sin un nuevo debate en el Parlamento”, dijo el senador Philippe Bas, de la oposición de centro derecha.

“Se trata de volver la lucha contra el terrorismo lo más efectiva posible mientras se respeta el estado de derecho y nuestra tradición republicana”, agregó.

Las fuerzas de seguridad también podrán detener a cualquier persona y revisar su identidad en un radio de diez kilómetros alrededor de puertos y aeropuertos internacionales.

Un borrador inicial del proyecto ponía esa distancia a 20 kilómetros, algo que el diario “Le Monde” calculó que habría puesto a un 67 por ciento de la población francesa dentro de la zona de control.

La ministra de Seguridad, Jacqueline Gourault, dijo que el ataque a puñaladas a comienzos de octubre en el que dos mujeres fueron asesinadas en una estación de trenes de Marsella y otros ataques frustrados subrayan la necesidad de una vigilancia más estricta.

Al mismo tiempo, preguntó a los senadores: “¿Podemos permanecer razonablemente en un estado de emergencia cuando estamos viviendo en en él hace ya más de dos años?”.

Los expertos de derechos humanos de la ONU Fionnuala Ni Aolain y Michel Frost advirtieron el mes pasado sobre un “vocabulario vago” del proyecto de ley y “graves consecuencias para la integridad de los derechos humanos”.

Toubon dijo que las facultades propuestas restringirán la libertad de los individuos sobre la base de actitudes sospechosas, en lugar de castigarla por ofensas concretas.

Francia admitió una falla administrativa en el proceso de deportación del hombre que perpetró el ataque con cuchillo en Marsella. El atacante fue liberado de la custodia policial en Lyon un día antes del hecho, a pesar de que no tenía permiso de residencia.

Más de 230 personas fueron asesinadas desde comienzos de 2015 en Francia en una sucesión de ataques cometidos por extremistas islámicos.

Con información de agencias.

FJMM