En ‘Despierta’ hemos seguido de cerca la situación del Nuevo Mirador en Chilpancingo, Guerrero, uno de los fraccionamientos que el Gobierno federal entregó a los damnificados de los huracanes ‘Ingrid’ y ‘Manuel’, de 2013, como parte del plan de reconstrucción.
En agosto de 2016, documentamos que 32 viviendas recién construidas presentaban daños estructurales y debían ser demolidas, según dictamen de Protección Civil.
El viernes pasado, le informamos que los sismos y el deslizamiento del terreno agravaron la situación: 40 familias que viven junto a las casas dañadas corren peligro por el alto riesgo de colapso.
La delegación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la Sedatu, argumentó que seguían esperando el dinero para hacer la demolición. Ayer, la encargada de despacho Alma Aurora Jiménez envió a los habitantes del fraccionamiento una carta en la que confirmó que se atenderá el acuerdo del 6 de septiembre de 2016 y el próximo martes 20 de marzo comenzarán los trabajos para quitar las viviendas.
Con información de Despierta con Loret
MLV