Tras el sismo de 7.1 grados con epicentro en Jojutla, Morelos, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) recomienda que en todos los centros de trabajo de la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Estado de México y Guerrero, afectados por el movimiento, se apliquen estrictamente los protocolos de seguridad y salud “para verificar sus condiciones antes de permitir el ingreso de trabajadores, a efecto de prevenir la ocurrencia de riesgos laborales”.
En caso de observarse alguna condición de riesgo, advierte la dependencia federal en un comunicado, “deberán suspenderse las actividades hasta en tanto se restablezcan las condiciones de seguridad y se cuente, en su caso, con el dictamen de la Comisión Mixta de Seguridad y Salud en el Trabajo”.
La dependencia hace estas recomendaciones “con fundamento en lo dispuesto en los artículos 132 Fracción XVI de la Ley Federal del Trabajo, 40 Fracción XI de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y 24 Fracciones II, IV y VII del Reglamento Interior de la STPS”.
Tras el movimiento telúrico del 19 de septiembre, una fábrica de ropa en la colonia Obrera se derrumbó y quedaron sepultadas algunas trabajadoras.
En Chimalpopoca y Bolívar, en un inmueble de cuatro niveles, se encontraban decenas de costureras elaborando vestidos. Al sonar por segunda ocasión la alerta sísmica, la mayor parte desalojó el lugar, pero cuando el edificio se vino abajo, algunas mujeres no lograron salir.
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