Las esperanzas de salvar al osezno baleado en la Sierra de Santiago parecen complicarse, hecho por el que ya consideran una segunda opción que, de acuerdo con Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, permiten los ordenamientos jurídicos, el poder dormirlo y evitar que sufra más.
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Sin embargo, aún analizan si podrían llevarlo al estado de Puebla para continuar con los estudios que derivarían el poder intervenirlo, operarlo y extraer aquellas esquirlas del proyectil de arma de fuego, maniobra que consideraron podría convertirse en un dolor severo que incluso le provocaría la muerte.
“Estos dos conceptos, estos dos ordenamientos consideran la muerte digna del animal para que deje de sufrir porque sin duda está en un estrés constante y un dolor difícil de medirlo. Difícilmente más bien nunca va, más bien nunca se va a integrar a la vida silvestre”, indicó Edgardo Acosta Canales, director de Parques y Vida Silvestre Nuevo León.
Consideraron que el proyectil dañó otros órganos, aunado a la lesión que le provocó que este inmóvil y que no pueda valerse por sí mismo.
“En la radiografía y tomografía muestra un metal alojado en una de las costillas, que también fracturo costilla. Dañó una vértebra, le destrozó la vertebra el proyectil y también presumimos que se dañó la médula espinal, por eso está inmovilizado del tren superior”, explicó Edgardo Acosta Canales, director de Parques y Vida Silvestre Nuevo León.
Esperan que sea la Profepa quien tome la última decisión y pueda intervenir en el proceso para que este pequeño oso no sufra más por las condiciones en las que se encuentra.
Cabe recordar que el osezno resultó herido luego que fuera agredido por pobladores de la comunidad de Ciénega de González, en el municipio de Santiago, quienes presuntamente le dispararon cuando, junto con otros osos, buscaba un poco de comida.
Con información de N+ Ángel Jaramillo
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