CONFLICTOS ARMADOS

Se abre nuevo capítulo en búsqueda de paz en la península coreana

Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur, declaró que: “De ahora en adelante, no habrá más hostilidades entre nosotros ni por tierra, ni por mar, ni por aire. Acordaremos medidas fundamentales para responder a cualquier incidente. La zona desmilitarizada que se encuentra entre las coreas será una zona de paz”.

Kim Jong Un, presidente de Corea del Norte, expresó: “Nosotros que vivimos tan cerca, no somos enemigos que deban luchar entre sí, sino que somos familias que teniendo la misma sangre nos debemos unir”.

Las dos coreas anunciaron esta mañana poner fin a 65 años de hostilidades.

Este nuevo capítulo en la historia de ambos países, comenzó horas antes con una imagen que quedará para la posteridad.

El líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-In, estrecharon las manos en la línea divisoria entre ambos países, que hace apenas unos meses se encontraban al borde de la guerra.

Corea del Sur y Corea del Norte, dos naciones que permanecían técnicamente en conflicto debido a que la guerra de corea terminó en un armisticio y no un tratado de paz, decidieron hacer cambiar la historia.

El lugar elegido fue la frontera, en común conocida como la zona desmilitarizada, que contrario a su nombre es el lugar más fortificado del mundo.

Desde 1965 ningún dirigente norcoreano la había cruzado.

En medio del inédito encuentro y mientras el mundo entero sostenía la respiración, el líder norcoreano, Kim Jong-Un, bromeó con el presidente Moon Jae-In, tomándolo de la mano y llevándolo al lado norte de la frontera.

Con este encuentro dio inicio la tercera Cumbre Intercoreana, la primera en 10 años y la primera en realizarse en Corea del Sur.

Ambos mandatarios se trasladaron a la Casa de la Paz, situada en la parte surcoreana de la localidad fronteriza de Pan-Mu-Jom.

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Moon Jae-In y Kim Jong Un mantuvieron una reunión de más de una hora y media en la que hablaron de la desnuclearización de Corea del Norte y de la paz en la región.

“Hoy, el líder Kim Jong Un y yo ratificamos que nuestro objetivo común es librar a la península de Corea de armas nucleares, a través de una plena desnuclearización. Las medidas que ya ha tomado Corea del Norte son muy importantes y son un paso adelante en bien de la plena desnuclearización de la Península de Corea”, declaró Moon Jae-In.

“Hoy nos aseguraremos de que el acuerdo que pactamos, del que tanto la gente de la península de corea como del mundo entero está al pendiente, no quede relegado a la historia de las promesas incumplidas”, declaró Kim Jong Un.

Después ambos mandatarios, en un acto simbólico, regaron un pino que data de 1953, año en que culminó la guerra entre ambos países.

Las palas empleadas se han hecho con madera de un árbol típico del norte y con acero sureño, la tierra es procedente de los volcanes Halla y Paektu, los picos más altos y venerados a cada lado de la frontera.

También develaron una placa conmemorativa en la que se han grabado las firmas de los dos mandatarios y en la que se lee: “Estamos plantando paz y prosperidad”.

Tras la ceremonia, ambos líderes regresaron a la Casa de la Paz para retomar la segunda y última ronda conversaciones tras la cual declararon el fin de las hostilidades.

A más de 50 kilómetros de la frontera entre ambas coreas, en la ciudad de Paju, se registraron protestas en contra de la presencia del líder norcoreano.

Los manifestantes pidieron no olvidar los crímenes cometidos bajo el régimen de Kim Jung Un y su padre, así como los cientos de víctimas que han escapado del vecino país.

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Con información de FOROtv.

RAMG