CRIMEN Y SEGURIDAD

Scotland Yard intenta descifrar envenenamiento de exespía ruso Skripal

Los detectives anti-terrorismo británicos, quienes siguen investigando el misterio del envenenamiento del doble espía Serguéi Skripal y su hija Yulia establecieron que el día del ataque, el 4de marzo, ambos habían apagado por cuatro horas sus teléfonos celulares.

Analizando los datos de las compañías británicas de telefonía celular, los investigadores de Scotland Yard intentan encontrar respuesta a una pregunta crucial:

¿Con quién se reunieron los Skripal horas antes de que fueran encontrados en estado crítico, paralizados por el agente nervioso “Novichok” de producción rusa?

El embajador de la Federación Rusa en Londres, Alexander Yakovenko, escribió una carta abierta al policía británico Nick Bailey, quien también fue víctima de la sustancia neurotóxica. Bailey se recuperó y ya salió del hospital.

Yakovenko insistió que Moscú no tiene nada que ver con el incidente y que las autoridades rusas están preparadas para participar en una investigación conjunta.

“Se supone que ésta debe ser, según la Convención de Viena, una investigación conjunta. De manera que ésta es otra violación más de la legislación internacional y de la Convención de Viena”, señaló Alexander Yakovenko, embajador de Rusia en Reino Unido.

Pero el presidente  Vladimir Putin está aislado. En el Viejo Continente pocos creen en sus declaraciones de inocencia.

En la cumbre de Bruselas, los 28 líderes de la Unión Europea respaldaron la postura de Londres de que “es altamente probable que Rusia sea responsable” en el “Caso Skripal”.

Países europeos confirmaron ya sus planes de expulsar a espías rusos de su territorio. En total hasta 20 países intentan mostrar su solidaridad con Londres.

“La mejor respuesta es mostrar una unidad completa y total. Es de vital importancia que haya una alianza, una verdadera alianza, para que los rusos vean que se pone freno a su expansionismo. Ésta es la mejor manera de confrontar todo acto de agresión del presidente Putin”, manifestó Gavin Williamson, secretario de defensa del Reino Unido.

Las autoridades británicas preparan una segunda ola de sanciones contra Moscú. Ya no se tratará de medidas contra el espionaje, sino de restricciones financieras en contra de varios altos funcionarios rusos, conectados con el Kremlin.

Marina Litvinenko, cuyo marido Alexander fue envenenado con la sustancia radioactiva Polonio 210, en Londres en 2006 por agentes del Kremlin, apoya las sanciones contra los oligarcas.

“Todo esto tiene que ver con el dinero. Si quieren castigar a esta gente, no les permitan gastar su dinero aquí en Europa. No acepten su dinero en sus empresas. Y no estoy hablando de todos los rusos, sino sólo de algunos. Deben ser sanciones a título personal”, señaló Marina Litvinenko, viuda de Alexander Litvinenko.

Vea también: Reino Unido investiga 14 muertes que pueden estar relacionadas con Rusia

Por el momento, sólo 4 de los 28 países de la Unión Europea cuentan con una legislación que restringe la entrada a su territorio de funcionarios rusos, involucrados en abusos de derechos humanos o casos de corrupción.

 

Con información de Vytas Rudavicius, Noticieros Televisa.

 

AAE