Tras 11 años de litigio, el gobierno de la Ciudad de México deberá pagar 20 millones de pesos a una mujer luego de que su hija falleciera en un albergue de la capital del país.
Este miércoles, los ministros revisaron el caso de una menor de tres años de edad que en 2004, fue contagiada de varicela y falleció, tras no recibir la atención adecuada, en un albergue para mujeres víctimas de violencia.
En ese año, la madre de la víctima acudió al Instituto Para las Mujeres del entonces Distrito Federal, en busca de ayuda por violencia intrafamiliar.
Las autoridades le indicaron que sólo podían apoyarla a ella y sus dos hijos, enviándolos a un albergue en el cual había un brote de varicela, como no tenía más opciones, aceptó ser trasladada.
Ahí la enviaron al área de personas infectadas, pues sospecharon que su hijo de siete meses de edad tenía varicela, sin embargo, el menor nunca se contagió.
Su otra hija, de tres años de edad, contrajo la enfermedad y durante 10 días permaneció en el albergue sin recibir ningún tipo de tratamiento.
Con fiebre mayor a los 40 grados centígrados, la niña fue enviada al Hospital Pediátrico de Tacubaya donde le recetaron antibióticos, sin embargo, esa misma tarde, de vuelta en el albergue, la menor falleció.
Dos años después, la madre de la víctima comenzó un juicio en contra de las autoridades del albergue, el médico que atendió a su hija en el hospital y el gobierno de la Ciudad de México.
El caso se prolongó pues todas las resoluciones que le daban la razón fueron impugnadas por el gobierno capitalino, la última ordenaba un pago de 15 millones de pesos en favor de la madre de la víctima.
Este miércoles los ministros de la Primera Sala resolvieron el caso dando la razón a la mujer y ordenando que se aumentara la indemnización a 20 millones de pesos, por tratarse de una víctima de violencia intrafamiliar.
El proyecto, elaborado por el ministro Arturo Zaldívar concluyó que la actuación del albergue de la Ciudad de México:
“En lugar de convertirse en una parte fundamental del proceso para romper con la violencia de género obstaculizó ese proceso para la quejosa y la privó de su hija.”
De esta forma el caso quedó resuelto de forma definitiva.
Con información de Carolina Altolaguirre.
LLH
