Santa María del Mar, en Oaxaca, está lejos de todo; para llegar a esta agencia municipal hay que cruzar el Mar Muerto.
en esta época del año, por el viento del norte, el acceso a Santa María del Mar es casi imposible. Una bahía los mantiene en un pequeño trozo de tierra frente al Océano Pacífico.
El 7 de septiembre, día del sismo, las calles de la comunidad se inundaron cuando el mar entró más de 200 metros a tierra y hundió sus casas hasta un metro.
La emergencia arreció y Marcela Bartolo dejó su comercio para dedicarse a conseguir víveres para la gente de su pueblo.
Marcela dijo que en Santa María del Mar no cuentan con el apoyo de cocinas comunitarias como en otras comunidades.
Además del aislamiento, un conflicto agrario con la comunidad vecina de San Mateo del Mar, que mantiene bloqueado el único acceso por tierra, ha dificultado la llegada de ayuda a Santa María.
Matías González, agente municipal de Santa María del Mar, indicó que la población tiene miedo de salir para cruzar el mar, por los fuertes vientos. “Mucha gente me habla por teléfono que ya tengo 100 despensas, que ya tengo médico, tengo medicamentos, pero cómo lo vamos a sacar si el aire está muy fuerte por el mar y por el camino de San Mateo nadie quiere entrar”.
En los últimos días, una lancha logró cruzar con víveres a Santa María, comunidad que no cuenta con luz eléctrica ni agua potable.
La mayor parte de los botes permanecen atracados en un pueblo que vive de la pesca y donde el sismo y los vientos han mermado la actividad económica de la región.
El agente municipal llamó al Gobierno federal a dar la cara para su comunidad.
El kiosco del lugar está a punto de caer, si no ocurre por sí solo, tendrán que derribarlo.
Con información de Joaquín Fuentes.
RMT
