Los 13 cielos del Xcan o cielo maya se abrieron en Yucatán y las ánimas de los antepasados mayas iniciaron su travesía al mundo de los vivos.
Entre incienso, rezos, velas, comida y música tradicional, iniciaron los rezos de los X’men o sacerdotes mayas en cementerios y cenotes.
Una mezcla de oraciones para rendirles honores a los dioses de piedra mayas y a los que forman parte de la religión católica.
En 1562, fray Diego de Landa realizó en Yucatán el célebre auto de fe, la imposición de la religión católica a los indígenas mayas y destruyó más de 5 mil ídolos y quemó códices para frenar la idolatría del pueblo indígena.
Ese proceso de evangelización no fue total, indígenas mayas continuaron venerando a sus dioses hasta nuestros días y uno de los principales ritos y ceremonias son los rezos a los muertos.
En Yucatán hay poco más de 100 sacerdotes mayas que realizan ceremonias para honrar a los difuntos.
“Hay un mundo terrenal, ellos vienen a pasear, vienen a visitar los que están vivos, vienen a convivir con ellos y a comer lo que se les ofrece”, refirió el sacerdote maya Pablo Oxté.
Los rezos y cánticos son en lengua maya y en español y guían a las ánimas entre las calles, en los altares hay comida y bebidas a base de maíz, el principal alimento de la civilización maya.
“Recuerda nuestra tradición, nuestra jarana, nuestro baile, nuestra canción también y recordar a quienes se nos adelantaron en el camino”, destacó José Luís Martínez de la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Mérida.
“La importancia de mantener el patrimonio cultural intangible y tangible a través del recuerdo de nuestros fieles difuntos”, afirmó Roger Metri, secretario de Cultura en Yucatán.
Historia, el mito, el arte y la religión del pueblo maya se funden en un sólo mundo habitado por vivos y muertos.
Con información de Alejandro Sánchez
KAH