Rumores de golpe de Estado aumentan tensión en Zimbabue

El partido de gobierno de Zimbabue acusó este martes al jefe de las Fuerzas Armadas de traición, mientras las tropas tomaron posiciones alrededor de la capital, Harare, en una escalada de las tensiones con el presidente Robert Mugabe, de 93 años, respecto a su sucesión política.

Un día después de que el general Constantino Chiwenga afirmó estar preparado para “actuar” y poner fin a una purga de seguidores del vicepresidente, que fue destituido la semana pasada, un testigo vio seis tanques estacionados junto a la carretera principal que une Harare con Chinhoyi, a unos 20 kilómetros de la ciudad.

Soldados gritaban agresivamente a los conductores de vehículos que pasaban cerca que avanzaran por el camino. “No intenten nada raro, váyanse”.

La presencia de tropas, que incluyó el movimiento de vehículos armados desde barracas ubicadas al noroeste de Harare más temprano el martes, generó rumores de un golpe de Estado contra Mugabe, pero no había indicios de que el anciano líder, que comanda el país hace 37 años, hubiera sido depuesto.

Isaac Moyo, embajador de Zimbabue ante Sudáfrica, desmintió los rumores al sostener que el Gobierno está intacto. En diálogo con Reuters culpó a las redes sociales por los rumores.

En la madrugada del miércoles se escucharon varias explosiones en la capital, lo que aumentó las especulaciones sobre un golpe de Estado. No estaban claras las razones de inmediato.

En una situación sin precedentes, Chiwenga amenazó abiertamente el lunes con intervenir en política, una semana después de que Mugabe despidió al vicepresidente Emerson Mnangagwa, considerado desde hace tiempo como su probable sucesor.

Mnangagwa, un veterano de las guerras de liberación de Zimbabue de la década de 1970, es popular entre los militares, que interpretaron su despido como parte de una purga de figuras de tiempos de la independencia para allanar el camino para que Mugabe entregue el poder a su esposa Grace, de 52 años.

Mugabe lideró el martes una reunión de gabinete semanal, dijeron funcionarios, y su partido afirmó que “la política prevalecerá sobre las armas”. Además, el ZANU-PF acusó a Mnangagwa de “conducta traicionera ideada para incitar la insurrección”.

Con información de Reuters.

FJMM