ARTE Y CULTURA

Rinden homenaje a Dámaso Pérez Prado en el Zócalo de la CDMX

Homenaje al maestro del Mambo, Dámaso Pérez Prado.

Como parte de la clausura del Festival del Centro Histórico 2017, este domingo se llevó a cabo un concierto en el Zócalo Capitalino donde participaron la Orquesta Juvenil “Armando Zayas” y el grupo musical “Los Reyes del Mambo” quienes interpretaron piezas musicales de Pérez Prado.

Desde las 6 de la tarde arrancó el homenaje.

La Orquesta Juvenil hizo sonar violines, violonchelos, contra bajos, clarinetes, flautas y flautines, trompetas.

Luego tocó el turno del grupo musical que con timbales, trompetas y coreografías, puso a bailar a todos.

Los asistentes disfrutaron de dos horas de música.

Se escucharon temas como “Mambo número 5”, “La niña Popof”, “Mambo del Ruletero”, “el mambo del Politécnico”, “mambo número 8”.

“Son tus raíces, a parte es libre, sin necesidad de que tengas pareja hombre o mujer, puedes ser tú, puedes sacar tu baile. Es que fue toda una era que marcó, los 40, 50´s”, dijo Mirna Jiménez, admiradora de Dámaso Pérez Prado.

Músico, compositor y arreglista, originario de Matanzas, Cuba.

Llegó a México en 1948.

Adquirió la nacionalidad mexicana hasta 1980, a los 64 años y vivió en nuestro país hasta su muerte en 1989 a los 74 años de edad víctima de un paro cardiaco.

Pérez Prado musicalizó la vida nocturna de toda una época, que se refleja en una decena de películas mexicanas como: “Coqueta”, “El Suavecito”, “Los apuros de mi Ahijada”, “Víctimas del Pecado”; los mambos del compositor puedes escucharse también en cintas extranjeras como: “Dolce Vita”, “Nacido el 4 de Julio” y “Casino”, entre otras.

“Me trae grandes recuerdos, yo soy del Politécnico y recuerdo con mucho cariño a Pérez Prado porque nos compuso un mambo al Politécnico. – ¿Alguna vez lo vió en vivo? – Sí, ¿Cómo no?, cuando yo era niño”, afirmó Aarón González, admirador de Dámaso Pérez Prado.

“Yo conocí al señor, al maestro Dámaso Pérez Prado, porque yo trabajaba en una lavandería de técnico electricista y este señor, Don Pérez Prado llevaba sus trajes y camisas a lavar, ahí, se llama “Lavandería Rosa María” que estaba en la esquina de Félix Cuevas y Amores”, recordó Juan Paredes, admirador de Pérez Prado.

Y hoy en el Zócalo se confirmó que sigue vivo su recuerdo.

 

 

Con información de Susana López.

FSR