ENTRETENIMIENTO Y ESPECTáCULOS

República de Chile, la calle de princesas y reinas en la CDMX

“Quinceañeras y novias, toda la calle, de Isabel la Católica, desde que se convierte en Chile, todo esto hasta la Lagunilla”, relató Candy León.

Al cruce de Isabel La Católica y Donceles inicia República de Chile.

Es la calle que en la época de la Colonia se llamó del Esclavo y que, con el presidente Álvaro Obregón, se le cambio el nombre a República de Chile como a muchas otras del Centro Histórico.

A lo largo de cinco cuadras hasta llegar a la Lagunilla.

De los dos lados de la calle, se ven jovencitas acompañadas del papá, la mamá, la tía, la abuela, y por supuesto la madrina, en busca del vestido para los quince años.

Aunque también hay novias que buscan su ajuar.

Vienen clientes de Estados Unidos, de toda la República, porque aquí en donde tenemos mucha variedad de vestidos, en Estados Unidos allá nos dicen que hay pocos modelos, feos, normalmente vienen de Estados Unidos y de toda la República”, explicó Candy León.

La competencia entre los locatarios es fuerte. En los aparadores no caben los amplios vestidos de colores llamativos.

Los más baratos alrededor de 5 mil pesos y los más caros llegan a los 18 mil, que son de telas de importación, con bordados y cristales.

En el segundo piso de uno de estos locales estaban dos chicas probándose vestidos. Las familias aguardaban.

Desde hace varios años, esta abuelita estuvo ahorrando para comprarle el vestido a su nieta, escogió uno que costó 14 mil.

“Ahora sí que el que a ella le guste no, haremos el esfuerzo, hay que darle gusto, porque es una sola vez, que va a cumplir 15 años ¿Se organizan entre todos para hacer la fiesta? si ahora sí que, entre todos, sus padrinos, desde bautizo, sus tíos, ¿cómo cuánto se va a gastar en la fiesta? bueno calculamos arriba de 100, pero los gastitos que vayan saliendo es una vez en la vida, ¿cuantos invitados? poquitos, 350”, aseguró la abuelita.

Por aquí han pasado miles de quinceañeras de todo el país.

Han sido sitios en donde se han tejido historias de felicidad y también de tristeza.

“¿Nunca les ha pasado que se queden con el vestido porque la quinceañera se fue con el novio? Hace ocho días me cancelaron un vestido porque la niña estaba embarazada, sí pasa. Qué triste. Sí, pero también es parte de la cultura mexicana si se van con el novio”, precisó Eloísa Hernández, comerciante.

Vestimos los sueños de las personas, dice un anuncio en uno de los probadores.

Los comerciantes de República de Chile, dedicados a este sector se han organizado bien, y muchos son familias dedicadas a esto; en la misma calle también se renta la limusina.

El servicio consta de 6 mil 500 pesos, va por cuatro, el plan de trabajo es recoger a las quinceañeras o novias en su domicilio, darles un recorrido, llevarlas a su misa y concluye en el salón, la renta extra es por 1, 000 más, ¿cada 8 días cuantos servicios tiene? Aproximadamente de 5 a 7 limusinas, la capacidad es de 10 a 12, el recorrido es por el Ángel, Revolución y Parque Hundido”, contó Alexis, dedicado a la renta de limusinas.

Locales adelante están los fotógrafos.

“Los precios van variando este está sobre 6 mil pesos y de ahí van variando a 14 mil, película en calidad blue ray”, aseguró Arturo García, fotógrafo.

Casi en la esquina de Donceles están las coronas, imprescindibles en la fiesta de quince años.

De las coronas para quinceañeras son como esta de 2 mil 100, pero lleva todo su estuche, su caja de cristal, su cetro, su cojín y su corona, es emblemático lo que representa ser princesa ese día”, dijo Sharon, comerciante.

República de Chile, como en muchas otras calles del Centro Histórico la actividad termina tarde.

Los sábados es de mayor afluencia. Es la calle en donde dicen convierten a las chicas en princesas. Y a las novias en reinas.

Con información de Guadalupe Madrigal

HVI