CRIMEN Y SEGURIDAD

Reportan saldo blanco tras Pasión de Cristo en Iztapalapa; 1.8 millones de personas participaron

La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, Indicó que desde el Domingo de Ramos y hasta este Viernes Santo han participado un millón 800 mil personas en las celebraciones de la Semana Santa

  • Además 15 millones de personas siguieron la transmisión por televisión y redes sociales

Al término de la Representación 179 de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, la alcaldesa de esa alcaldía, Clara Brugada, informó que se reporta saldo blanco tras las actividades de Semana Santa.

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Indicó que desde el Domingo de Ramos y hasta este Viernes Santo han participado un millón 800 mil personas en las celebraciones de la Semana Santa, así mismo 15 millones de personas siguieron la transmisión por televisión y redes sociales.

“Tenemos saldo blanco. La representación se ha realizado en paz, con seguridad y sin ningún incidente grave. Desde el Domingo de Ramos hasta el día de hoy, han participado en las celebraciones de la Semana Santa, un millón 800 mil personas y han visto la transmisión por televisión y redes sociales más de 15 millones de personas, con esto rebasa, lo que en los últimos dos años se logró impactar a nivel de televidentes de esta representación2, indicó Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa.

TRADICIÓN POR GENERACIONES

Desde hace 179 años, durante el Viernes Santo, quien personifica a Jesucristo debe cargar una cruz de 70 kilos a lo largo de tres kilómetros, desde la plaza central de Iztapalapa hasta la cima del cerro de la Estrella.

Ese cerro es el lugar de la crucifixión y fue un centro ceremonial azteca, donde se hacía la ceremonia del fuego nuevo, que representaba el final y el inicio de un nuevo siglo de 52 años.

A él se suman cientos de nazarenos, hombres y mujeres ataviados con túnicas moradas, quienes descalzos acompañan en su recorrido a Jesús, este año representado por el joven Axel González Bárcenas.

Uno de esos nazarenos es Christopher de 10 años, oriundo de esta alcaldía, quien junto a su familia este año volvió a la calle para realizar sus mandas.

Confiesa que carga una cruz de unos 10 kilogramos por su fe, pero también “por mi papá que murió, hace como un mes o dos” y quien solía también hacer este recorrido como una forma de manda.

Christopher es parte de una familia que desde hace 17 años representa a estos personajes.

“Inició hace 17 años por manda, (porque) mataron a uno de mis hermanos. Inició como manda y de ahí nos fuimos haciendo un grupo más grande, el día de hoy vinimos por dos difuntos: el papá de él y mi hermano que falleció hace unos dos meses”, comenta también César Aedo.

Sin embargo, los asistentes reconocen que este año no pudieron prepararse físicamente como otros por la pandemia.

“Este año no nos pudimos preparar, nada más mentalmente, venir con mucha fe”, apunta Marco Antonio Rodríguez.

En esta escenificación número 179 el cuerpo de actuación estuvo integrado por unos 1,000 actores locales (275 principales y 4,500 extras).

México es la segunda nación del mundo con más número de católicos, después de Brasil, con más de 97.8 millones de personas, según el censo de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), que destacó que el 77.7 % profesa esta religión.

No obstante, este porcentaje es menor al 82.7 % del censo de hace una década, reflejo de un paulatino pero creciente desapego hacia el catolicismo.

ÁNIMO Y ESPERANZA

Para López Peralta, ver las calles de Iztapalapa llenas de personas a pesar del dolor y las pérdidas que ha dejado entre la población de este barrio la pandemia del coronavirus, “nos motiva y es un aliento”.

“(Después de) dos años de estar encerrados, de que no veían lo que es nuestra vida, lo que es la Semana Santa en Iztapalapa, es una experiencia diferente, diferente en cuestión de que se abre, que podemos caminar. Antes era limitado, ahora ya estamos un poco más aperturados”, dice emocionado.

A su voz se une las de pobladores y foráneos que acuden a presenciar, como miles de católicos, este acto de fe.

“(Acudo) con mucha devoción más que nada, mucha emoción”, dice Alejandra Altamirano, una residente de Iztapalapa que además viene a apoyar a su esposo que representa a uno de los guardias.

Verónica acude este día a presenciar el ritual desde el occidental estado de Michoacán.

“Es la primera vez que vengo al viacrucis”, confiesa, y se dice emocionada por esta experiencia.

López Peralta, oriundo de Iztapalapa, recordó que la escenificación de la Semana Santa en este lugar surgió a raíz de una epidemia de cólera, que azotó a la población en 1843, habitada entonces por unas 20.000 personas, en su mayoría indígenas.

Según datos históricos, los pobladores de Iztapalapa, que entonces no era barrio sino un pueblo vecino de la capital, decidieron realizar esta escenificación religiosa como acto de fe para que Dios pusiera fin a esa epidemia.

Casi dos siglos después, la pandemia por coronavirus ha marcado también a los miembros de esta comunidad que, según López Peralta, “hemos tenido pérdidas”.

“Volvemos a los orígenes. La pandemia del cólera mórbida nos ayudó a la fe. Hoy la fe nuevamente es la que nos mueve y nos hace pedirle al ‘señor de la cuevita’ que nos sane, no solo al pueblo y a los ocho barrios (que conforman Iztapalapa), sino que sane a todo el mundo”, concluye.

Con información de FOROtv y EFE

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