Medio siglo después, una urna maya regresará a México procedente de Estados Unidos.
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“Estamos hablando de la repatriación de una urna maya, en realidad se trata de un cilindro porta incensario, es una pieza de gran valor por su cuestión iconográfica y por el estilo que representa y es cuestión de unos días para que esta pieza finalmente sea trasladada a la Ciudad de México”, indicó Josué Lozada Toledo, investigador en la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH.
En 1969 la encontró el arqueólogo Marvin Van, quien realizaba estudios en la zona. La pieza fue sacada de México y llevada a la Universidad de Albion College en Michigan, Estados Unidos, cuando todavía no se prohibía el traslado de piezas arqueológicas a otro país.
La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos de 1972, determina que ninguna pieza arqueológica puede salir del país sin autorización del INAH, quien lo haga incurre en un delito.
De acuerdo con arqueólogos del INAH esta urna salió del país para su protección.
“Y en ese momento el profesor decidió sacarla para conservarla de alguna manera, seguramente vio algún riesgo en cuanto a su deterioro y pues hizo una acción de protección del patrimonio”, refirió Josué Lozada Toledo, investigador en la Dirección de Estudios Arqueológicas del INAH.
El cilindro es de cerámica, del periodo posclásico del año 1250 al 1600 después de Cristo. Tiene aplicaciones al pastillaje de una deidad muy importante para los Mayas, que es el Dios Ele, tiene atributos iconográficos como el monstruo de la tierra en la base.
En la parte alta iba un cajete o un plato donde se depositaba copal y era lo que permitía a los Mayas la comunicación con sus deidades.
Esta urna tiene una gemela que se encuentra en los altos de Chiapas, en San Cristóbal de las Casas, que también estaba en la misma cueva.
De acuerdo con los arqueólogos, son sorprendentemente idénticas, les llaman las urnas gemelas, con el mismo tipo de arcilla y que fueron hechas al mismo tiempo.
“Lo más interesante es que es una réplica exacta, hasta unos milímetros del diseño y los colores, es un gemelo o clon exacto y eso es muy interesante, ¿porque tenía que hacer una réplica exacta él o la artista?, no sabemos, pienso que la persona estaba mostrando que tiene conexiones con los ancestros y los Dioses, tiene las habilidades sobrenaturales para hacer una pieza exacta, una réplica”, destacó Joe Palka, arqueólogo de la Universidad de Arizona.
El arqueólogo y antropólogo Joel Palka fue de los primeros en estudiarla al tener en sus manos los artículos donados a la Universidad de Michigan Marvin Van. Luego de haberle practicado múltiples estudios, Joel Palka fue de los primeros que buscó que se repatriara.
“Después de 50 años un buen resultado, en otros casos no se puede, hay piezas por Francia, Estados Unidos, España, en otros casos el peor todavía porque no se conservan la pieza”, refirió Joe Palka, arqueólogo de la Universidad de Arizona.
“Estamos muy contentos porque es un logro en materia de patrimonio cultural y que da un ejemplo para que otras instituciones, universidades, puedan replicar esto”, dijo Josué Lozada Toledo, investigador en la Dirección de Estudios Arqueológicas del INAH.
Esta pieza llegará a la Ciudad de México en unos días, para después exhibirla con su gemela en los Altos de Chiapas, lo que será un gran acontecimiento porque hace medio siglo que se separaron.
Con información de Guadalupe Madrigal.
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