En Cancún, luego del ataque contra la sede de la Fiscalía General de Quintana Roo, que dejó un saldo de cuatro muertos y cinco detenidos, comienza a regresar la normalidad a las calles.
“A todos nos da temor, la ciudadanía entró en psicosis, es lo que pasa, pero todo está tranquilo”, dijo Domingo Desunza, taxista.
La mayoría de los planteles educativos de educación básica de Cancún abrieron sus puertas a las siete de la mañana como de costumbre, pero en comparación con otros días, pocos estudiantes llegaron a clases.
“Están llegando alguno que otro”, afirmó Kenia Rodríguez, maestra.
Autoridades de planteles educativos atribuyeron el ausentismo a rumores en redes sociales que se difundieron tras la balacera.
“Esta situación impactó de momento a nuestros padres de familia y muchos optaron por no mandar a sus hijos a clases”, aseguró Enrique Hernández, subdirector de la Secundaria Técnica 11.
En la zona urbana se observó a la gente haciendo filas en las paradas del camión para realizar sus actividades cotidianas.
Gran parte de los negocios abrieron de forma normal.
“Un poco con miedo, pero hay que salir a trabajar”, dijo Guillermo Basurto, comerciante.
En la zona hotelera de Cancún los turistas salieron a hacer ejercicio o a los centros comerciales.
La seguridad en la zona hotelera de Cancún fue reforzada con mayor presencia de policías estatales y municipales.
Frente a la Fiscalía General en Avenida Xcaret y Rojo Gómez Kabah, donde ocurrió la balacera, aún se observan varios casquillos percutidos, una fachada y al menos ocho vehículos con varios impactos de bala.
Hay presencia del Ejército y en algunos puntos continúa el acordonamiento y la recopilación de evidencias por parte de los peritos de diferentes materias de la Fiscalía del Estado.
Con información de Carlos Guerrero
LHE
