Trabajadores de la refinería Antonio M. Amor, en Salamanca, Guanajuato, aseguran que muchas de las plantas del complejo petroquímico más importante de Latinoamérica están en mal estado y sin operar.
En un recorrido por el perímetro exterior se aprecian algunas chimeneas, ductos, plataformas, ollas y tanques de almacenaje en mal estado.
Muchas de estas instalaciones, a pesar de su estado, siguen operando.
Siguen trabajando nada más las plantas que han dado de baja, que han desmantelado es lo único que está fuera porque todo lo demás es todavía operativo, a pesar de las condiciones de que, sí ha estado abandonado, no se le ha dado el mantenimiento requerido”, dijo Juan Manuel, empleado de la refinería.
Pero no solo las instalaciones de la refinería están en mal estado, tampoco las condiciones de trabajo no son las óptimas, algunos empleados tienen que ayudar para que la refinería siga funcionando.
Más que nada nosotros como somos del ramo operativo, hemos tenido que comprar herramientas para realizar nuestro trabajo porque nos tenían bien restringidos”, afirmó Juan Manuel, empleado de la refinería.
Los trabajadores reconocen el mal estado en que se encuentra la refinería, pero no quieren hablar por temor a represalias.
Se espera que en los próximos días la refinería Antonio M. Amor inicie su proceso de reactivación, que podría durar varios días por lo complicado de la operación.
Con información de Edgar Tamayo
LHE
