Este miércoles, se cumplieron 36 años de la muerte de El Santo en su tierra natal, Tulancingo, Hidalgo; sus admiradores le rindieron tributo con una corona de flores a pie del monumento en su honor.
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“En la actualidad recuerdo con mucho cariño esas épocas de mi niñez y lo que él usaba que ahora es real que transmitía a través de su reloj, se comunicaba con otras personas que ahora ya es real, en ese tiempo era ficción y pues ese y muchos detalles que íbamos a la Matiné”, dijo Leopoldo Vázquez, admirador del Santo.
Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo, nació el 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo, a temprana edad tomó el ferrocarril y cambió su residencia a la Ciudad de México donde peleó hasta convertirse en un referente de la lucha libre y pancracio mexicano.
“Por esa razón aquí en esta ciudad siempre la hemos tenido con mucho aprecio, con mucho cariño y le hemos tenido siempre un lugar reservado que es el Museo del Santo, un espacio abierto en el 2009 dedicado precisamente para difundir su legado”, agregó José Francisco Palacios, director de Museos de Tulancingo.
En el marco de su aniversario luctuoso, el Museo del Santo abrió sus puertas para exponer diferentes expresiones artísticas en su honor, además, de proyectar algunas de las más de 50 películas donde participó.
El Santo murió en 1984 a los 66 años de un infarto al miocardio después de una presentación en el Teatro Blanquita, fue despedido ante más de 10 mil personas y desde entonces es considerado una leyenda de la lucha libre mexicana.
Con información de Bertha Alfaro
HAVJ
