Se reanudarán en Oaxaca las operaciones en la refinería de Salina Cruz, que permanecía en paro, luego del sismo del pasado 7 de septiembre.
El avión Antonov 124-100, de fabricación rusa, uno de los más grandes del mundo, en los que llegaron los dos turbogeneradores con los que se echará a andar la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, en paro seguro automático tras el temblor del pasado 7 de septiembre.
En la panza de esta enorme aeronave de 70 metros de longitud, 20 de altura y 73 de envergadura, con capacidad de cargar más de 400 toneladas, llegaron de Eslovenia los dos sets de turbina, generador y equipos auxiliares, capaces de producir la energía equivalente a la que demandan 34 mil hogares.
El Antonov aterrizó en Huatulco. Los dos turbo generadores fueron descargados y llevados por carretera a Salina Cruz, en remolques asistidos electrónicamente para garantizar la seguridad del traslado.
Cada uno de ellos tiene el tamaño de una pequeña casa y ya están en la refinería Antonio Dovalí Jaime de Pemex.
La empresa productiva del estado informó en su momento que tras el sismo del 7 de septiembre entró en paro seguro de manera automática, aunque no hubo daño estructural, sus generadores de energía eléctrica tuvieron un deslizamiento lateral que afectó su funcionamiento.
Con los nuevos trubogeneradores de alta tecnología, utilizados en todo el mundo para casos de emergencia, Pemex iniciará pruebas de arranque de fuerza en las plantas de la refinería de Salina Cruz, para reiniciar operaciones lo más pronto posible.
Con información de Raúl Rodríguez Cortés
HVI
