Habitantes de la comunidad maya de Nunkiní, en el municipio de Calkiní, al norte de Campeche realizaron la tradicional quema del llamado caballero de fuego o Dzul li´k´áak como ofrenda en honor a San Diego de Alcalá, patrono del pueblo.
Te recomendamos: La Malinche” el ojo de agua en Campeche que se convirtió en un centro ecoturístico
Victor Haas Tzec, elaborador del Dzul li´k´áak dice: “Esta es la ofrenda de nuestro pueblo de Nunkiní, el caballero de fuego, Dzul li´k´áak, consta de la construcción de bejuco para que sean los huesos de Dzul li´k´áak para que sea de un ser humano”.
El Dzul li’ k’ áak se trata de un monigote lleno de fuegos artificiales y que representa a un conquistador español quien trajo la viruela negra a Nunkiní hace 215 años
“Eso hicieron para una fiesta y se calmó, entonces ellos tienen creencias que a eso se debe que se haya calmado, pues quemaron esto que ofrecieron y creen que a eso se debe que haya terminado la enfermedad y desde eso pues lo van quemando el día 13 como hoy”, dijo Rogelio Ávila, párroco de la iglesia de San Diego de Alcalá.
“El caballero de fuego o Dzul li´k´áak empezó por una viruela negra que atacaba al poblado de Nunkiní y no buscaban la cura, entonces para quitar el mal hicieron el muñeco para darle la ofrenda a San Diego y así el mal se pudiera alejar”, agregó.
También los ciudadanos de Nunkiní ofrecen a San Diego de Alcalá a la mestiza de fuego quién según sus creencia culminó con el cólera y que en esta ocasión, la ofrecieron para erradicar la pandemia del COVID-19.
Al finalizar la quema del caballero de fuego y la mestiza, los habitantes de la comunidad recogen los restos de los monigotes para agarrar parte de las prendas con la finalidad de recibir la bendición de San Diego de Alcalá.
Con información de corresponsales
HAVJ
