Se llevó a cabo el entierro de la niña, Mía Mayrín Mendoza, quien quedó atrapada bajo los escombros del Cerro del Chiquihuite, entre aplausos subieron a una carroza fúnebre los restos de la menor que fue sepultada en el Panteón Municipal “Lázaro Cárdenas” de Tlalnepantla, Estado de México.
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El miércoles, 15 de septiembre de 2021, se ofició un misa de cuerpo presente.
Familiares, amigos y vecinos de la familia Mendoza Campos participaron en la misa en honor a Mía, la pequeña de 3 años de edad, cuyo cuerpo fue rescatado la tarde del martes, 14 de septiembre de 2021, de los escombros que dejó el derrumbe de un talud en el Cerro del Chiquihuite.
Horas después del rescate, el cuerpo de la niña fue entregado a sus familiares, quienes lo trasladaron a una casa en la colonia Lázaro Cárdenas, cercana a la llamada zona cero, en Tlalnepantla, Estado de México.
“Uno siente el dolor, la magnitud del dolor de él, ¿no?, uno no sabe ni qué hacer y yo me uno a ellos”, relata José Díaz, vecino.
Por la mañana acudieron decenas de vecinos para entregar flores y solidarizarse con la familia.
“Siempre va a doler, vuelvo a repetir, es universal, no es el dolor de unos, de unos cuantos, es de todos”, mencionó Jesús Saldaña, habitante.
Colocan foto de Mía, veladoras y osos de peluche
Cerca del féretro fue colocada una foto de Mía, veladoras, osos de peluche y un triciclo, la pequeña solía jugar con estos juguetes.
Jorge, el papá de Mía, recibió abrazos y palabras de aliento de quienes acudieron al sepelio.
Mientras Mía era velada, Jorge observó con dolor las fotos de la familia que perdió tras el derrumbe.
Su esposa Paola Daniela y su hijo Dylan, de 5 años de edad, aún permanecen desaparecidos.
“Yo intenté acercarme al muchacho y le digo échale ganas, hijo, todavía tiene una vida por delante”, Rosa Martínez, habitante.
La misa fue oficiada por Eduardo Pierson, el párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, que fue habilitada como refugio temporal y centro de acopio para los damnificados, desde el día de la tragedia.
“No hay palabras de consuelo que pueda uno decirles… esta familia que ha sido afectada porque todavía está desaparecida su esposa de Jorge su otro pequeñito, están a la espera pues, entonces es muy difícil conmovedor que uno tiene que estar fuerte para no quebrarse”, Eduardo Pierson, sacerdote.
Algunos de los vecinos que acudieron a la misa habitan alguna de las 141 casas que las autoridades han solicitado que sean desalojadas ante la posibilidad de un nuevo derrumbe en el Cerro del Chiquihuite.
Con información de FOROtv
RVC
