Tradición, alegría, color y emotividad. Todo eso se combinó en el segundo Desfile de Día de Muertos en la Ciudad de México.
Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y Enrique de la Madrid, Secretario de Turismo del Gobierno Federal, cortaron el cordón inaugural y dieron el banderazo de salida.
(Twitter Miguel Ángel Mancera)
La primera ofrenda rodante fue llamada “Puño en Alto” – formado con decenas de cascos de seguridad -, un homenaje a quienes fallecieron en los sismos de septiembre, así como un reconocimiento las brigadas de rescatistas y a la solidaridad de los miles de voluntarios que ayudaron durante la emergencia.
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La muerte fue el motivo para simbolizar diversas épocas de México: Prehispánica, colonial, independiente, revolucionaria y contemporánea.
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A través de los personajes de la tira cómica “La Familia Burrón”, rindieron homenaje a la memoria del caricaturista “Rius”, fallecido en agosto.
El inicio de las celebraciones del día de muertos tuvo tintes de carnaval.
El desfile estuvo compuesto por cinco carros alegóricos, siete carros alegóricos empujables, una carroza fúnebre, ocho marionetas gigantes, 10 inflables gigantes, 312 artistas voluntarios, 10 músicos invitados, un mariachi-band de 200 personas y un contingente invitado de 10 personas. Participaron más de mil 500 voluntarios.
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El Gobierno de la Ciudad de México estimó que más de un millón de personas presenció el desfile a lo largo de casi cinco kilómetros y medio de recorrido, que inició en Reforma, frente a la Puerta de Los Leones, siguió por Juárez y 5 de Mayo para terminar en el Zócalo.
Este es el segundo año, pero ya que se deja ver que va a ser una tradición y a parte a los ánimos sí nos está ayudando para distraernos, para recordar y para celebrar”, explicó Gracia González, asistente al desfile.
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Bellísimo, desearía que nosotros celebráramos la muerte más y menos el luto, en los Estados Unidos, creo que es una gran manera de honrar a los ancestros”, destacó Dona, una turista de Estados Unidos.
Muchas personas, niños y adultos, se volvieron parte del festejo. Algunos llegaron disfrazados, otros pagaron por que les pintaran el rostro como calaveras y otros personajes.
Fernanda, una asistente al desfile dijo que le gusta porque hay muchas personas pintadas.
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El desfile fue oportunidad para que los padres inculquen la tradición del Día de Muertos a sus hijos.
Ahí más o menos de lo que sabemos le decimos y esto me ayudó para que sepa más también”, agregó Norma, una asistente al desfile.
La fiesta se extendió hacia la noche en la Plaza de la Constitución donde hubo una verbena. Los asistentes pudieron conocer la ofrenda monumental instalada en la explanada.
Con información de Arturo Cerda.
JLR/LLH
