ARTE Y CULTURA

Realizan concurso de ofrendas en penales de CDMX

Cientos de personas privadas de su libertad echan a volar su imaginación para hacer homenaje a sus muertos

  • 13 centros penitenciarios participan, la mayoría de las ofrendas utiliza material reciclable

El interior del área de máxima seguridad del Centro Varonil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla se convirtió en un cementerio maya con motivo del Día de Muertos.

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Sobre el cemento se crearon maizales de papel crepé adornados con figuras de barro y cráneos. Bengalas de colores abrieron las puertas al mundo de las almas.

Se trata del décimo concurso de ofrendas inter Ceresos de la Ciudad de México.

Cientos de personas privadas de su libertad echan a volar su imaginación para hacer homenaje a sus muertos.

“Tenemos la participación de 13 centros penitenciarios, tenemos una participación de 450 personas privadas de la libertad, la mayoría de las ofrendas utiliza material reciclable, cajas, cartón, hasta el bolillo lo utilizan como masa con resistol para hacer sus calaveras, la dificultad depende del centro”, indicó Claudia Flores Alcántara, jefa de Unidad Departamental de Desarrollo.

En el área de máxima seguridad se montó una representación del mundo Maya y su ofrenda a los muertos.

Mientras que en la zona conocida como El Huerto, se escenificó un cementerio Covid.

“Aquí trabajan alrededor de 13 personas privadas de la libertad, ellos decidieron hacerlo en honor a los fallecidos por Covid 19, algunos conocidos o de los que tienen visitas y les comentan que algún familiar falleció, ellos decidieron hacer algo desde aquí adentro hacia el mundo, que supieran que están con toda la gente, las cruces que ustedes ven fueron elaboradas en el Reclusorio Varonil Oriente, las figuras de papel maché son elaboradas en el Reclusorio Sur /y también el Reclusorio Sur mandaron flores de cempasúchil y apoyaron con papel picado”, indicó Fabiola de la Cruz, subdirectora de Fomento al Trabajo Penitenciario de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario.

En la zona de canchas, primo delincuentes trabajaron la cartonería y la ilusión óptica para crear calaveras gigantes en honor a las mujeres indígenas.

“A ellos les sirve como ocupación, como terapia ocupacional, para no estar en el ocio, cada uno toma una pieza y se dedica a irla armando, formando y eso le va manteniendo una mentalidad ocupada, lo que fomentamos es la camaradería, el trabajo en equipo. Aquí tenemos una población que su sentencia no rebasa los 10 años, tenemos población joven, de 18 a 30 años, delitos menores, no graves”, explicó Manuel Valdés, jefe de Formación Socio Educativa y Recreación.

Es así como las personas privadas de la libertad desarrollan su talento artístico y desde el internamiento rinden culto a sus muertos, previo a la celebración de los fieles difuntos.

Con información de Elizabeth Mávil

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