¿Quiénes son los hondureños que por miles dejan su país?
Ellos dicen que se fueron por falta de empleo, de dinero y por la violencia.
-¿Con quién viajas?
“Yo sólo con mi amigo”, señaló José, un migrante hondureño.
-¿Por qué decidiste viajar solo?
“Para buscar mi futuro porque allá no se puede hacer nada porque la canasta básica subió todo ni para un huevo juntábamos, los frijoles, la manteca, el arroz”, todo subió, dijo José.
Daniel tiene 14 años de edad. Hace una semana decidió dejar su casa y a su familia en san pedro sula y se sumó a la caravana de migrantes hondureños que busca cruzar México y llegar a los Estados Unidos.
“Mi sueño es ser, a mí lo que siempre me ha gustado es ser mecánico, todo, un poco, yo sí puedo albañilería, se pegar bloque, todo eso”, apuntó.
Viaja con sus amigos Jimyson, Litzi, Kevin y el pequeño Edras, de nueve meses de edad. Cruzaron en balsas el río Suchiate.
“La comida, todo, la gasolina, todo está por las nubes, muy caro todo”, reveló Kevin.
“Hasta para comer un huevo costaba 4 pesos”, dijo Litzi.
“Costaba 1 peso de pagar 1 peso pasó a 4”, señaló Kevin.
La falta de empleo, dicen, incrementó aún más la violencia en su país.
“Ahora están matando más gente que nunca. Yo tenía un hermanito y el año pasado me lo mataron por cuestión de dinero”, reveló Jimison Ramos, migrante de Honduras.
En los más 800 kilómetros que han recorrido, de Honduras hasta la frontera con México, algunos niños se han extraviado.
“Está extraviado, el niño llegó ahí, al módulo que tenemos puesto en el parque central, está extraviado no encuentra a la mamá, se llama Enoc. La mamá de Enoc, dónde está, la mamá de Enoc”, apuntó un voluntario de la Cruz Roja.
Juan Martínez es indígena maya chorti. A raíz de la sequía perdió su cosecha de maíz y frijol en el departamento de copan.
-¿Por qué lo trajo?
“Porque pienso que tal vez en Estados Unidos puede tener una oportunidad más”, destacó Juan Martínez, migrante de Honduras.
-¿Por qué lo trae amarrado?
“Lo llevo agarrado y lo amarré para que no se me vaya a perder”, añadió.
-¿Con quiénes viene usted?
“Mi esposa, mis tres niños, mi cuñada, sus dos hijos, su esposo”, compartió Josué Martínez, migrante de Honduras.
-¿Llevan muchos niños?
“No, nos queda más que tratar de llegar y que a Trump se le ablande el corazón”, dijo Josué.
En esta caravana viajan muchos menores no acompañados. Como Cristopher Díaz, de 12 años de edad. Su familia vive de recoger chatarra en Escuintla, Guatemala.
-¿Por qué decidiste venirte y viajar solo?
“Porque no tenían para comida” aseguró Cristopher.
-¿Qué le dijiste a tu mamá?
“Que me iba a venir para acá, a los Estados Unidos, vaya me dijo”, indicó.
-¿Qué aspiras?
“Trabajar, de recoger basura o así cualquier trabajo”, indicó.
– ¿Qué te de dinerito?
“Qué también me dé mi comida”, apuntó.
Luis Fernando es otro migrante de Honduras.
-¿Con quién viajas?
“Viajo con dos amigos”, indicó Luis Fernando.
-¿Eres un niño?
“En Honduras está perra la cosa me entiendes”, dijo.
-¿Hasta dónde quieres llegar?
“Hasta el norte, ahí tengo familia”, sostuvo.
-¿Qué vas a trabajar allá?
“De lo que salga”, respondió.
-¿Qué sabes hacer?
“Trabajo mecánica, trabajo de albañil, de todo lo que pongan, en comedor, de todo”, aseguró.
A lo largo de los 38 kilómetros que hay entre Ciudad Hidalgo y el centro de Tapachula, los chiapanecos se solidarizaron con los migrantes.
A Kevin le regalaron una carriola. Ya no aguantaba llevar a su pequeño hijo en brazos.
Los largos trayectos y las elevadas temperaturas están afectando la salud de todos. Algunos lo han resentido de forma más severa.
“Levántenle la cabeza para que respire así. Denle espacio, por favor. Se desmayó, creo que tuvo como una convulsión algo así, me imagino que es por el trayecto que han recorrido”.
Con información de Fátima Monterrosa y Marco Tinoco.
LLH
