POLíTICA

Pueblos católicos celebran el Jueves de Corpus Christi

Además del Jueves Santo y el día de la Ascensión, el de Corpus Christi es uno de los jueves más importantes de la Iglesia Católica pues recuerda la forma en que Jesús institucionalizó la misa en la Última Cena, al convertir el pan en su cuerpo y el vino en su sangre.

El Corpus Christi –el cuerpo de Cristo, en latín- se celebra en muchas regiones del mundo para proclamar la eucaristía, aunque el festejo se ha extendido hacia afuera de las puertas y paredes de las iglesias, pues con procesiones se muestra a la gente la hostia consagrada en una custodia.

Mientras el Jueves Santo celebra la Última Cena de Jesús con sus 12 apóstoles para despedirse de ellos antes de su muerte, en el día de la Ascensión se conmemora, 40 días después del domingo de resurrección, la subida del Señor al Cielo.

“Tomen y coman; esto es mi cuerpo… rezan en misa los fieles para recordar la frase con la que Jesús hizo partícipes de su sacerdocio a los apóstoles, a quienes les mandó que hicieran lo mismo para dar gracias a Dios por sus beneficios.

De acuerdo con la Agencia Católica de Informaciones (ACI), en el Derecho Canónico de la Iglesia ninguna otra festividad recibe tanta atención como la Solemnidad del Corpus Christi, que es una de las cinco ocasiones en el año en la que un obispo no puede estar fuera de su diócesis, salvo por una urgente y grave razón.

Señaló que la Iglesia manda comulgar al menos una vez al año, en ayuno eucarístico (al menos una hora antes de la comunión) y confesarse para poder comulgar y recibir la hostia.

Refirió que la solemnidad del Corpus Christi fue establecida en 1246 por el obispo Roberto de Thorete y a sugerencia de Santa Juliana de Mont Cornillon.

A mediados del Siglo XIII ocurrió el llamado milagro eucarístico de Bolsena, en Italia, donde un sacerdote que celebraba la Santa Misa tuvo dudas de que la consagración fuera algo real y al momento de partir la hostia vio salir de ella sangre.

Posterior a este hecho, el papa Urbano IV expandió esta celebración a toda la Iglesia en 1264 y encomendó a Santo Tomás de Aquino que compusiera un oficio litúrgico propio e himnos que se entonan a la fecha.

La celebración del jueves de Corpus se realiza en América Latina y en gran parte de Europa, sobre todo en España, Alemania, Austria, Croacia, Liechtenstein, Polonia, Portugal, San Marino y Suiza.

En México, esta fiesta tradicional data de 1526 y se acostumbra rendir culto al Santísimo Sacramento desde una iglesia principal, seguida de una procesión por las principales calles del poblado para que los fieles admiren a sus santos y la hostia.

Esta ceremonia estaba acompañada de representaciones teatrales alusivas, música y fiesta popular en la que los campesinos traían, en guacales en los lomos de sus mulas, algunos frutos de sus cosechas para ofrecérselas a Dios como señal de agradecimiento.

Según el portal Catholic.net, un hombre llamado Ignacio tenía dudas sobre su vocación sacerdotal y un Jueves de Corpus le pidió a Jesucristo que le enviara una señal.

En la procesión, al pasar el Santísimo Sacramento frente a él, Ignacio pensó: “si ahí estuviera presente Dios, hasta las mulas se arrodillarían” y en ese instante su acémila se acuclilló, lo que el hombre interpretó como señal y dedicó su vida a transmitir las riquezas de la eucaristía.

De esta forma surgieron las mulitas elaboradas con hojas de plátano o de maíz secas con pequeños guacales de dulces de coco o de frutas, de diversos tamaños.

Ponerse una mulita en la solapa o comprar una mulita para adornar la casa significa que, al igual que la mula de Ignacio, nos arrodillamos ante la eucaristía, reconociendo en ella la presencia de Dios.

Así, esta fiesta se celebra cada año el jueves después de la Santísima Trinidad y las familias acostumbran vestir de inditos a los niños para agradecer la infinita ternura de Jesús.

Además, se venden artesanías y figuras de coloridas mulitas, que por su similitud acústica con el nombre de “Manuel, sirve de pretexto para felicitar, en tono de broma, a quienes llevan este apelativo.

En el país, las festividades más conocidas son las de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en Oaxaca y en Cortázar, Guanajuato, aunque además de procesiones y eucaristías, se realizan cantos y bailes tradicionales como la Danza de los Negritos y de Los Voladores de Papantla.

 

AAE