CIENCIA Y TECNOLOGíA

Proyecto arqueológico ‘Hoyo Negro’ revela cómo sobrevivieron y extrajeron los restos óseos de ‘Naia’

Arqueólogos subacuáticos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dieron a conocer que a cinco años del hallazgo de la cueva subacuática que llamaron “Hoyo Negro”, en donde se encontraron los restos óseos de “Naia”, que vivió en la época del pleistoceno, casi 13 mil años atrás, ya se pudieron extraer, estabilizar todos los huesos y el cráneo.

Cinco años de estudio de uno de los 10 primeros descubrimientos en importancia en el mundo, en esta cueva localizada a unos 50 metros bajo el nivel del mar, en uno de los cenotes del sistema de cuevas Sac Actun, en Tulum, Quintana Roo.

Son 16 científicos de México, Estados Unidos y Dinamarca, quienes participan en este estudio.

(Cuartoscuro)

“Y aunque no lo crean este humero de ‘Naia’, húmero, cúbito y radio, aquí están en el fondo, es increíble porque no parecería que están a 40 metros de profundidad, y este es uno de los contenedores”, explicó la arqueóloga subacuática del INAH, Pilar Luna.

Esos contenedores especiales sellados con agua salina al interior entraron al Hospital de Especialidades de Campeche, en donde se le hicieron tomografías y rayos x, con las cajas selladas.

Se temía que al abrirlas sucediera lo peor, pero no fue así.

Los huesos llegaron al taller de conservación de la sección de restauración de INAH, también en Campeche.

Se estabilizaron y se hicieron más resistentes.

La extracción de todo el esqueleto de “Naia”, fue poco a poco.

Los espeleobuzos trabajan a grandes profundidades y sin luz; eran las manos y los ojos de los científicos.

(Cuartoscuro)

En 2014 llegaron los primeros cinco huesos al Museo de Antropología.

“Solo por un día se desplegó el esqueleto completo hasta donde lo tenemos, faltan algunos, pero si se dan cuenta la mayoría lo tenemos esta es la mujer más completa y antigua de América”, señaló Pilar Luna, arqueóloga subacuática.

Se sabe que “Naia”, tenía entre 15 y 17 años cuando murió, al caer en un pozo de agua.

Media 1 metro 52 centímetros, pesaba 50 kilos, su dentadura estaba casi completa.

Había sido madre.

Se hicieron modelos y réplicas de “Naia”.

Se digitalizó cada hueso, a partir de microtomografías.

“Con base a las fotos que tenia del cráneo de NAIA y con base a esta técnica que es ir midiendo de manera científica el grosor que pudieron tener los nervios, los músculos el tejido se pudo hacer también la cara de ‘Naia’, aquí la vemos, es como posiblemente se veía ‘Naia’ con sus rasgos asiáticos”, detalló Pilar Luna, subdirectora de Arqueología Subacuática del INAH.

Junto con el esqueleto de “Naia” se encontraron 26 esqueletos animales pertenecientes a 13 especies, cinco de ellas extintas, como el gonfoterio, tigre dientes de sable y un perezoso gigante.

Los animales y “Naia” cayeron en una fosa de alrededor de 30 metros de profundidad, la caída fue fatal.

Se tiene planeado que, en poco tiempo, el modelo de “Naia” pueda ser conocido por todos y quizá una réplica de sus huesos también.

Con información de Guadalupe Madrigal.

LLH