Un policía blanco fue absuelto este viernes de la muerte de un afroamericano al que mató a tiros después de una persecución a alta velocidad en 2011, lo que provocó que cientos de personas realizaran protestas en las calles del centro de San Luis, en Missouri, Estados Unidos.
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Antes de la exoneración, algunos activistas habían amenazado con desobediencia civil, incluido el posible cierre de carreteras, si Jason Stockley no era declarado culpable.
Numerosas barreras metálicas fueron erigidas el mes pasado en torno a la comisaría, el tribunal donde se lleva a cabo el juicio y otros posibles sitios de protestas. Los manifestantes ya estaban marchando horas después del fallo.
El juez que decidió el asunto había declarado que no se dejaría influir por “intereses partidistas, el clamor del público ni el temor a la crítica”.
Stockley, acusado de homicidio premeditado, insistió en que vio que Anthony Lamar Smith cargaba un arma y que consideró que se encontraba en peligro inminente. Los fiscales dijeron que el agente sembró una pistola en el vehículo de Smith después del incidente. El agente pidió que el caso lo decidiera un juez y no un jurado.
“Esta corte, de manera consciente, no puede decir que el Estado ha mostrado todos los elementos del homicidio más allá de una duda razonable o que el Estado ha mostrado más allá de una duda razonable que el acusado no actuó en defensa propia”, dijo en el fallo el juez de circuito de San Luis, Timothy Wilson.
FJMM