Pinturas y grabados rupestres en cuevas de Yucatán, algunas con más de cinco mil años de antigüedad, son protegidas como parte del patrimonio cultural para evitar que desaparezcan por la depredación del propio hombre.
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En el municipio de Kaua, a 50 kilómetros de Chichén Itzá, Yucatán, se localiza una cueva de 11 kilómetros de profundidad con 60 pinturas de animales como aves, perros, monos e impresiones de manos.
Es la primera vez que veo una concentración tan grande de pinturas en una cueva de Yucatán, eso rompe con el común de las cuevas que tienen pinturas”, afirmó Luis Alberto Martos, investigador del INAH.
Los dibujos están hechos con la propia arcilla que está en el fondo de la cámara.
Un mono con su cola perfectamente delineada, lo interesante, en este caso, es que tiene las manos y los brazos hacía arriba en una posición que se llama orante, es cuando una entidad animal o humana se está dirigiendo a Dios para pedir algo”, explicó Carlos Evia, investigador de la Universidad de Yucatán.
No hay un censo de cuevas en Yucatán, sin embargo, en 12 de ellas se han localizado 350 pinturas rupestres pre-mayas con una antigüedad entre cinco y siete mil años.
Los investigadores buscan preservarlas no revelando su ubicación, para evitar que las pinturas, que frecuentemente representan ceremonias sagradas, no sean vandalizadas, como es el caso esta pinta, que dañó el patrimonio de miles de años en la cueva de Kaua.
Hemos identificado varios sitios a los que llegan personas ociosas, vándalos y vandalizan las pinturas de repente les ponen dibujos, grafiti”, comentó Sergio Grosjean, investigador de Yucatán.
Esto no solo es una falta de respeto a los pobladores, a los antiguos habitantes que estuvieron en esta cavidad, sino esto ya es un delito”, agregó Grosjean.
Con información de En Punto
TVR
