La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó este domingo que del 26 al 31 de agosto no se han registrado muertes de manatíes en el estado de Tabasco.
En un comunicado, indicó que continúa la investigación para conocer la causa de decesos de esta especie en la entidad, cifra que se mantiene en 39.
La Profepa mencionó que funcionarios ambientales, en coordinación con especialistas, investigan si toxinas ocasionaron los fallecimientos.
Los estudios se han llevado a cabo en comunidades de Campo Chichicastle, Boca Grande, Municipios de Centla, Campos Usumacinta, Cañaveral y Cañaveralito1.
Además, un grupo de investigadores realizó una serie de recorridos acuáticos en Macuspana para identificar sitios en donde se pudiera determinar el florecimiento de bacterias.
La Profepa afirmó que seguirá la inspección en las instalaciones de manera indefinida.
MUERTE DE MANATÍES EN TABASCO
El 9 de agosto, especialistas aseguraron que la muerte de manatíes en Tabasco se debía al agua contaminada, tras encontrar cadmio y plomo.
Científicos en materia de ingeniería ambiental del Instituto Tecnológico de Boca del Río (ITBOCA), Veracruz, tomaron muestras del agua en diferentes sitios del estado de Tabasco y realizaron un análisis químico y biológico.
En Tabasco se han reportado la muerte de más de 20 ejemplares de la especie durante las últimas semanas.
Fabiola Lango Reynoso, investigadora del ITBOCA, dijo que se enfocaron en analizar la calidad del agua, los sedimentos, los organismos, incluso el aire.
Hasta el momento, como resultado del análisis de la calidad del agua, tras las muertes no solo manatíes, sino también de otras especies, esto es parte de lo que se ha detectado contiene el agua:
En agua encontramos valores que realmente salen de la norma, principalmente cadmio, un poco de plomo”. En el caso del cadmio es algo que se da en muchas fuentes, sin embargo, se sabe que es una zona donde confluyen muchos ríos que vienen de otros estados donde hacen uso de muchos fertilizantes”, dijo María del Refugio Castañeda Chávez, investigadora del ITBOCA.
Con información de Profepa
HVI
