Si eres mujer, es probable que hayas escuchado muchas veces que siempre debes orinar después del sexo, pero dado que correr al baño no es necesariamente lo que prefieres después de una conexión profunda, probablemente te has preguntado por qué deberías tomarte la molestia de hacerlo.
La mayoría de los hombres y mujeres sienten una inmensa necesidad de ir al baño luego de haber tenido sexo.
Y que quizá, algunos se aguanten las ganas porque consideran que es una forma muy poco sensual de terminar una increíble noche llena de pasión.
Si eres de esas personas que no se paran de la cama para ir al baño luego de haber tenido sexo, tú misma estás atentando contra tu salud.
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Diversos estudios indican que el sexo es una de las principales causas del desarrollo de infecciones en las vías urinarias, principalmente en mujeres. Esto se debe a la proximidad de la uretra y el ano.
En este caso, la uretra es más corta en comparación con la de un hombre, lo que hace mucho más fácil que las bacterias pasen del ano a la uretra y luego a la vejiga.
Según algunos expertos, el sexo aumenta la probabilidad de que esto suceda porque cuando las personas tienen relaciones sexuales o incluso durante los juegos previos, el roce alrededor de la uretra la inflama y comienza a secretar lubricantes y líquidos como respuesta, y dichos líquidos son buenos conductos para que las bacterias suban hasta ahí.
Debido a la facilidad que tienen las mujeres para contraer infecciones, es especialmente importante que orinen después del acto sexual para que cualquier bacteria pueda enjuagarse antes de que pueda entrar en la vejiga.
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Y a diferencia de los hombres, la eyaculación femenina no se produce en la uretra, por lo que la única forma de expulsar cualquier bacteria contraída durante el acto sexual es mediante la orina.
No orinar después del sexo puede conducir a una Infección del Tracto Urinario (ITU).
La infección más comúnmente conocida que se puede evitar al orinar después de tener relaciones sexuales es una infección del tracto urinario.
Las ITU son causadas cuando la bacteria E. coli se mueve desde el recto a la vejiga a través de la uretra. La orina en la vejiga, por su parte es estéril, por lo que la vejiga no tiene muchas defensas contra las bacterias.
Como resultado, puedes experimentar micción frecuente y dolorosa. La mejor manera de tratar de evitar esta molestia es eliminar todo lo que haya surgido después del sexo antes de que pueda llegar a la vejiga y causar estragos.
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Los hombres no son completamente inmunes a las infecciones
De hecho, es posible que contraigan una infección de próstata que se parece a una infección del tracto urinario a través de las relaciones sexuales entre pene y recto, durante la cual el pene está en contacto constante y cercano con el ano. En este caso, aconsejaría evacuar el recto antes de tener relaciones sexuales y usar un condón durante para evitar la infección.
No tienes que ir al baño inmediatamente después del sexo
No hay una regla estricta sobre cuánto tiempo puedes esperar hasta orinar, pero cuanto antes, es mejor.
Puedes sentirte libre para acurrucarte o relajarte un poco, solo asegúrate de no dejar pasar las horas antes de irte.
Si contraes una ITU, asegúrate de que tú y tu pareja estén bajo tratamiento
Es por ello que orinar justamente luego de haber tenido relaciones ayuda a prevenir cualquier tipo de infección que puede ser transmitida en las relaciones, a través de microbios, bacterias y secreciones que se dan en la zona genital y en el recto y que pueden ingresar al organismo y acumularse en la uretra, causando así infecciones en la vejiga, próstata o en la vesícula seminal.
Con información de Mundiario.
LLH
