ECOLOGíA

Por el Planeta: Rano Raraku, un valle de monolitos tallados

Rano Raraku es un valle de monolitos tallados, considerado un cementerio ancestral. Se encuentra en Rapa Nui, una isla remota en medio del Océano Pacífico

Rano Raraku es un valle de monolitos tallados, considerado un cementerio ancestral. Se encuentra en Rapa Nui, una isla remota en medio del Océano Pacífico.

Te recomendamos: Por el Planeta: Rapa Nui, una isla remota en el Pacífico

Hace 500 millones de años, tres volcanes que emergieron de las profundidades formaron esta pequeña isla sobre el infinito azul del Océano Pacífico, mejor conocida como Rapa Nui.

Uno de estos volcanes, Rano Raraku, guarda el mayor de los enigmas de la isla; se ubica al suroeste de la isla.

Sobre la ladera sur, se encuentra la cantera de donde se extrajo la materia prima para esculpir alrededor de 900 moais que existen en toda la isla.

Poco a poco se fueron descubriendo diferentes monolitos, en su mayoría cabezas de piedra, con rasgos únicos y bien definidos, pero todos los moais de la cantera se caracterizan porque no tienen terminado el tallado del cóncavo de los ojos.

Korike Hotu de Guía Explora, detalló: “Según la tradición oral, cuando no tienen ojos, es el nombre: ‘moai’, que significa: para quién y cuando el ‘moai’ está terminado en la plataforma, cambia el nombre, el ‘moai’ finalizado, con los ojos, es el que representa al espíritu que hablamos, el ancestro y si se hubieran terminado algún día todos ellos, quizás hubiéramos tenido 900 “Aringa-Ora o te tupuna” que significa: ‘el rostro viviente’ de nuestros ancestros”.

Noticieros Televisa

Se estima que en Rano Raraku existen 397 moais, casi el 40 por ciento del total que existen en toda la isla.

La altura promedio de los moai, es de 4.5 metros, pero también existen esculturas de entre 10 y 14 metros de alto, en donde la longitud de la cabeza corresponde aproximadamente a un tercio de la altura total de la estatua.

Los arqueólogos han sugerido diferentes métodos para el traslado de los gigantes de piedra a las plataformas sagradas, pero entre los Rapa Nui, prefieren creer en sus mitos y leyendas.

Con información de Alberto Tinoco Guadarrama

LSH