ACCIDENTES

Por esta razón se desplomó el avión de Aeroméxico en Durango

A casi siete meses del accidente de un avión de Aeroméxico Connect en el aeropuerto de Durango, la Dirección General de Aeronáutica Civil dio a conocer el informe final de la investigación.

Atribuyó la responsabilidad de este accidente al piloto en fase de adiestramiento que ingresó a la cabina, de forma no autorizada, y que hizo los preparativos de despegue, sin contar con suficiente experiencia para este tipo de aviones (Embraer 190).

La única que había obtenido era a través de simuladores de pilotaje.

“Yo estaba grabando antes de que ocurriera el impacto. Estaba filmando la lluvia, después despegó, se levantó e impactó”, recordó Ramín Parsa, pasajero del vuelo AM 2431.

Las primeras maniobras de despegue del vuelo AM 2431 de Aeroméxico, entre Durango y la Ciudad de México las inició José Ramón “N”, un piloto en fase de adiestramiento que contaba con licencia vigente para tripular aeronaves tipo Beechcraft King Air F90, pero no de aviones Embraer 190, para los cuales solo contaba con “adiestramiento teórico e inicial en simulador, no concluido”.

El piloto no autorizado se encontraba sentado en el asiento del primer oficial, y desempeñó las funciones de piloto, “hasta ocho segundos antes del impacto contra el terreno”.

Según la reconstrucción, basada en las grabaciones y datos técnicos de cabina, la aeronave recibió la autorización de despegar a las 3:18 de la tarde.

Posteriormente entró a la pista, y comenzó la carrera de despegue; el avión alcanzó una altura máxima de 30 pies, equivalente a nueve metros, cuando “comenzó a perder altura y velocidad”. Sonaron las alarmas de windshear, alertando de la presencia de vientos fuertes y cruzados a baja altura.

¿Eso qué quiere decir?, que el avión está en franco ascenso y sin embargo, la trayectoria es de descenso. Si hubieran ido los dos pilotos calificados y esto los sorprende, obviamente, otro caso estaríamos platicando”, señaló Leonardo Sánchez, piloto.

La aeronave descendió a 20 pies de altura, es decir, a 6 metros de tierra, para finalmente tocar pista con uno de los motores a dos mil 150 metros.

El informe detalla que al momento de la carrera de despegue se incrementó la “precipitación de lluvia disminuyendo la visibilidad a cero” y que, para calcular la velocidad de despegue, el piloto no autorizado usó “los datos de temperatura y altímetro del informe meteorológico” de las 2:41 horas de la tarde. Es decir, 40 minutos antes del accidente y de que la lluvia se intensificara.

Desde septiembre pasado, Aeroméxico ya había separado de sus cargos a los tres pilotos por permitir a una persona ajena en la cabina.

Con información de En Punto.

LLH