CRIMEN Y SEGURIDAD

Policías y alcaldes de Zacatecas, víctimas de amenazas por grupos criminales

En dos años consecutivos, los directores de Seguridad Municipal de Juan Aldama, al noroeste de Zacatecas, fueron ejecutados por presuntos integrantes del crimen organizado

Ser policía en Zacatecas es estar en medio de una batalla sin cuartel entre grupos criminales que buscan someterlos o cooptarlos.  Este año, han matado a 19 policías municipales y estatales en 33 agresiones.

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“Sabemos del riesgo que implica ser servidor público, pero sobre todo ser elemento de seguridad pública. Les estorba aquella persona y si no se presta a sus cosas, pues simplemente hacerlo a un lado”, dijo José Serrano, presidente municipal de Juan Aldama, Zacatecas.

“Esos del crimen organizado no vienen con cualquier elemento, vienen por la cabeza de la corporación de seguridad pública”, refirió un policía.

En dos años consecutivos, los directores de Seguridad Municipal de Juan Aldama, al noroeste de Zacatecas, fueron ejecutados por presuntos integrantes del crimen organizado. El 30 de julio de 2019 asesinaron a Víctor Salazar. Su sustituto renunció en agosto de este año y el 19 de septiembre, en un ataque armado a la comandancia, fue abatido Ricardo Barrón, con semanas en el cargo. Engrosa la cifra de 15 policías municipales y estatales asesinados en 33 agresiones a lo largo del estado este año.

Los tres directores, afirman policías del municipio, habrían sufrido presiones para alinearse con los grupos que pelean un territorio donde viven 22 mil habitantes y que conecta con Durango y Coahuila. Tras el último ataque renunciaron 17 agentes, restan cinco, quienes reconocen las amenazas criminales.

“Sería estar en la cuerda floja. De un lado te puedes llevar a tu familia, del otro lado pues te vas tú solo”, insistió David.

“La estrategia de la delincuencia organizada es precisamente evitar la presencia//de corporaciones de seguridad. Provocar alguna situación de inestabilidad”, insistió Arturo López Bazán, secretario de Seguridad, Zacatecas.

En Jerez, en la zona centro del estado, el pasado 22 de septiembre secuestraron a tres elementos. En Pinos, al sureste, asesinaron a cuatro más el 25 de octubre. La comandancia de Río Grande, al norte, ha sido atacada a balazos tres veces, dos en julio, sin que existan detenidos por estos hechos.

“Este tipo de acciones pues son para amedrentar y de socavar la confianza y el trabajo. Se han recibido llamadas en cuanto, de intimidación, o que quieren que participemos”, refirió Hermenegildo López, director de Seguridad Río Grande, Zacatecas.

La disputa por el territorio entre el Cártel Jalisco Nueva Generación, con mayor presencia en el sur, y de Sinaloa, en el norte, aliado con células del Cártel del Golfo, los Zetas y grupos locales como los talibanes, es por la atractiva posición geográfica del estado. Para calentar las zonas enemigas, incrementaron las agresiones contra policías.

“Las situaciones de riesgo que se presentan es porque en algún momento ellos tratan de proteger a algún líder”, dijo Ernesto, otro policía estatal agredido, Zacatecas.

“Ya se han registrado situaciones contra policías de investigación de la Fiscalía General de Justicia del estado”, agregó el secretario López Bazán.

Algunos presidentes municipales también han sido víctimas de intimidaciones, como la que se muestra en este video, atribuida al Cártel Jalisco Nueva Generación.

“Fresnillo es el municipio más grande, y por ende es el más disputado. Desde el ámbito municipal, prácticamente estamos rebasados”, afirmó Saúl Monreal, presidente de Fresnillo, Zacatecas.

Se dicen indefensos ante la lejanía con la capital y la escasa presencia de policías estatales.

“Está muy caliente, sabemos que estamos caminando día a día en un campo minado”, concluyó José Serrano, presidente municipal de Juan Aldama, Zacatecas

 

Con información de Guillermo Rivera y Jorge Ulloa

KAH