Policía dispersa con violencia protesta opositora tras procesión en Nicaragua

La Policía de Nicaragua dispersó este viernes con bombas de estruendo y gases lacrimógenos a manifestantes que aprovecharon la masiva procesión de la Sangre de Cristo para demandar la salida del presidente Daniel Ortega, a un año del estallido de las protestas antigubernamentales.

Los opositores se colaron en la procesión religiosa y llegaron hasta el atrio de la catedral de Managua gritando consignas contra el gobierno de Ortega, al que culpan de la muerte de más de 300 nicaragüenses durante la represión a las protestas el año pasado.

“Estamos demandando la salida de Ortega, estamos cansados, ya nos hartamos”, afirmó la estudiante de ingeniería María Alonso, durante la procesión.

Al finalizar la actividad religiosa, los manifestantes se dirigieron a una de las calles adyacentes de la catedral para seguir protestando, pero fueron reprimidos por la policía.

Ante la agresión, los opositores se defendieron lanzando piedras y en una rotonda cercana dispararon cohetes artesanales mientras agitaban banderas de Nicaragua, replegándose a los patios de la iglesia.

El incidente, que no dejó heridos ni detenidos, se produjo después de que miles de feligreses católicos participaron en la procesión de la Sangre de Cristo para cumplir promesas y pedir por la paz en Nicaragua.

La policía informó en un comunicado que “un grupo de personas armadas con piedras, morteros y algunos con armas de fuego quiso manipular el vía crucis” del viernes santo.

Los opositores, por su lado, dijeron que se sumaron a la procesión para conmemorar el primer aniversario de las protestas antigubernamentales, debido a que las últimas marchas que intentaron realizar en la capital no fueron desautorizadas por la policía.

“¡Democracia si, dictadura no!”, “¡De que se van se van!”, vitorearon los opositores durante el vía crucis, en cuyo trayecto la policía se abstuvo al principio de intervenir por la presencia de miles de feligreses.

Al concluir la actividad religiosa, los manifestantes se quedaron en los predios de la iglesia gritando consignas, mientras algunos familiares con hijos muertos en protestas previas pidieron con cruces en las manos castigo para los responsables de la represión.

“Quiero justicia para Marlon, quien murió hace un año de un balazo de un francotirador” cuando protestaba en una universidad, dijo su tía Carolina Ramírez, quien abogó por una “Nicaragua libre”.

A su lado, un joven con el rostro cubierto con una camiseta dijo que luchan por “la libertad de todos los presos políticos y la salida de Ortega porque es un delincuente”.

La represión a las protestas dejó a la fecha al menos 325 muertos, centenares de detenidos, más de 62 mil exiliados y graves daños a la economía.

Con información de AFP.

FJMM