CRIMEN Y SEGURIDAD

Policía de Michoacán restablece caminos bloqueados por el crimen organizado en Aguililla

La Secretaría de Seguridad Publica de Michoacán informó que los bloqueos se localizaban en la localidad de Terreros, en el municipio de Aguililla.

Este sábado, la Policía de Michoacán restableció el paso y libre tránsito en el municipio de la Aguililla que habían sido bloqueados por el crimen organizado.

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A través de un mensaje publicado en redes sociales, la Secretaría de Seguridad Publica de Michoacán informó que los bloqueos se localizaban en la localidad de Terreros, en el municipio de Aguililla.

Asimismo se realizó la misma labor en varios puntos de la carretera Apatzingán-Aguililla, a “fin de preservar la seguridad de la población”, se lee en el mensaje.

En la Tierra Caliente, en Aguililla, Michoacán, lo que reparan un día las autoridades lo destruyen los grupos criminales en unas horas. Los habitantes de la cabecera municipal, desesperados, exigieron este miércoles en un pliego petitorio a autoridades estatales y federales, que se les garantice el libre tránsito.

“Los delincuentes michoacanos volvieron a trozar la carretera, esto da a entender, el respeto que tienen los criminales a la autoridad, y también la incapacidad de la autoridad, cualquiera que sea, para dominar a esas personas”, dijo José Luis Segura Barragán, sacerdote de Diócesis Apatzingán, Michoacán.

El lunes pasado, el gobierno estatal habilitó los 80 kilómetros de la vía, pero horas después los cárteles michoacanos zanjaron de nueva cuenta tramos del camino.

“Esa es nuestra historia y ya son años, bloqueos de una y otra manera, de una y otra naturaleza, por horas, por días a veces. Es un juego del gato y al ratón, lo más irónico es que ya no sabemos quién es quién, porque ya no sabemos quién acecha a quién”, señaló Gilberto Vergara, párroco de Aguililla, Michoacán.

En el día, la Policía estatal rehabilita la carretera pero durante la noche los grupos de la delincuencia organizada operan para hacer las zanjas y mantener asediados a los habitantes de la zona.

“Ha sido una zona de guerra, así con todas las letras, una zona de guerra donde estos grupos se han enfrentado de manera frontal y han hecho todo el destrozo que viste”, refirió Gilberto Vergara, párroco de Aguililla.

Comunidades como “El Limoncito” y “El Aguaje” están vacías los negocios han cerrado, las casas están abandonadas y muchas de ellas han sido utilizadas como trincheras, por eso algunas construcciones están totalmente perforadas.

Lo mismo pasa con las capillas y las paradas de autobuses, los criminales las convirtieron en su parapetos y están parcialmente destruidas. En los caminos se observan vehículos calcinados y pintas del Cártel Jalisco Nueva Generación y Cárteles Unidos y así, entre zanjas y enfrentamientos, los habitantes de Aguililla se han quedado aislados, incomunicados.

“Cuando tienes un animal por el cuello y lo aprietas, al final solo quedan dos opciones, dejarse matar o con las pocas fuerzas que tienes echarse encima del agresor, echarse encima, nosotros no les estamos declarando la guerra a nadie, no estamos peleando contra nadie, no es nuestra guerra, pero sí es nuestra vida la que depende de ello”, enfatizó el párroco Gilberto.

Con información de Marco Antonio Coronel y Víctor Olvera

HAVJ-KAH